viernes, 27 de mayo de 2011

Herejías


Siempre hubo herejías pero la época clásica es a partir de los siglos III y IV cuando aparece la formulación y los dogmas de la doctrina cristiana.
En estos siglos –aunque las herejías se repitan hasta hoy- surge la literatura herética y la literatura antiheretica.
La herejía siempre nace en paralelo a la doctrina ortodoxa, subyacente a una verdad, dogma o doctrina.
“herejía” es un vocablo griego “airesis” procedente del verbo “aireo” que es escoger, elegir, seleccionar, relativizar.
herejía siempre supone una verdad de fe aceptada solo de un modo relativo con parcialidad o con exageración radical.
Nace la herejía en el mismo campo y a la par que la aparición, expresión o formulación de la doctrina o teología ortodoxa –como el trigo al lado de la cizaña- al calor del esfuerzo y riesgo en conocer, profundizar e interpretar con mas y mejor precisión y perfección posibles el deposito de la fe recibido y transmitido para captar mejor y con mayor riqueza la fe y de ese modo dentro de una –sana ortopraxia- imitar cada vez mejor la vida y el mensaje de Cristo “Única verdad absoluta”.
La herejía puede considerarse como “progresiva” por el desarrollo de nuevas aseveraciones y conocimientos o “regresiva” por el aferramiento rígido a antiguas doctrinas, superadas y condenadas.
En la cumbre y cima de la pirámide de la verdad esta la Verdad-Absoluta de Dios que comunica, habla y revela a los hombres su verdad: la única verdad que nos salva y la mas importante para el hombre. Dios no puede engañarse ni engañarnos.
Dios habla al mundo por la Biblia y por la autoridad de su Iglesia.
No puede haber arbitrariedad en ese asunto, hay un criterio, una “regula fidei”, una bandera como norma y garantía con certeza y seguridad para seguir el rumbo”. El que me sigue no perecerá, no hay otro nombre que pueda salvaros mas que el nombre de Jesús –Soteros- Salvador.
Esto es la “doctrina ortodoxa” es decir, la doctrina, recta, sana, salvadora, conforme a la fe y al dogma. Las doctrinas “heterodoxas” las otras paralelas, distintas, disconformes con la fe y el dogma.
No habría herejía si no hubiera una verdad revelada, ortodoxia o dogma que tira y marca para poder hacer rebajas, opciones relativas o “airesis o herejías”.
Quiso Dios poner “un criterio seguro, ultimo, definitivo sancionador” como “Norma o Regula fidei o Lumen Veritatis” que sirviera siempre y para todos los hombres: el deposito de la fe constituido por la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. Solo la Iglesia o el ministerio de Pedro tiene el poder y la jurisdicción en el ultimo termino en materia de fe.
“Criterio” vocablo griego derivado del verbo “krino” que es juzgar, interpretar, discernir, sancionar y regular.

D. Manuel Latorre de Lafuente

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