La doctrina cristiana es una verdad siempre vieja y siempre nueva.
Fielmente custodiada por la Iglesia y que nunca podrá cambiar
sustancialmente. La verdad permanece siempre la misma e inmutable.
Es como un depósito o baúl de donde el —Pater-familias— va sacando
sus tesoros y sus cosas —Nova et Vetera— lo viejo y lo nuevo. La
doctrina es alfa y omega, es principio y fin, es tradición y es progreso.
Tenemos una advertencia segura, fiable y garante: “Mis palabras no
pasarán…”
Siguen siendo válidos los argumentos y métodos empleados por los
primeros cristianos, los Santos Padres y Teólogos que a lo largo de
la historia han ido haciendo sus exposiciones, catequesis, catecismos,
predicaciones, lecturas y defensas de la verdad. También hoy tenemos
que usar todos los nuevos y modernos métodos, sofismas, medios y
argumentos en la dura tarea de la conservación y transmisión de la
doctrina.
Cualquier cristiano que se acerque a escudriñar lo —Nova et
Vetera— que contiene este depósito irá descubriendo por si mismo la
antiguedad, la novedad, la grandeza y riqueza de este legado. Nuestro
siglo también se va a caracterizar por la falta de formación e información
y por la ignorancia de la doctrina.
La doctrina cristiana es una doctrina “encarnada” que se hace carne,
cuerpo y vida en los hombres de todos los tiempos y edades. Da seguridad
a la fe y a la vida.
La Teología fundamental y básica expone los grandes temas
y tratados de “Vera Religione” donde se discute y estudia sobre
la existencia, posibilidad, cantidad, verdad y falsedad de
las religiones. En los tratados de “Ecclesia Christi” aposta por la
existencia y esencia de la Iglesia fundada por Cristo. Busca la
razón, la causa, el origen, las fuentes de la doctrina en las “Fontibus
Theologicis” que son la Sagrada Escritura y la Tradición.
La Teología especial ofrece y desarrolla los grandes temas “De Fide”
donde estudia la realidad sobrenatural de la fe y su necesidad. En los
tratados de “Deo creante et elevante”se habla de Dios creador y salvador
de todos los hombres. Habla sobre la esencia y existencia de Dios en las
disciplinas de “Deo Uno et Trino”. De la Navidad o encarnación de Dios
en la tierra se ocupan los volúmenes “De Verbo incarnato”. Los tratados de
“Deo santificante et gratia” ofrecen los medios que hay que usar para lograr
la salvación.
Finalmente habla de los últimos dias del hombre sobre la tierra y
de la realidad de la vida futura en los libros “De sacramentis et
novissimis”.
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