Hoy se habla mucho de los derechos fundamentales y originales del ser humano - es como el líquido amniótico, motor vital - para el bién de cualquier sociedad , es como el marco “ Sitzen mi Leben “ que pretende adornar el cosmos, es “ conditio sine qua non “ para el sotenimiento y defensa del bién común y bienestar de la sociedad. Aporto cuatro pinceladas sobre esta cuestión. Derechos y deberes - prepolíticos y predemocraticos - innatos y originales del hombre desde el paraíso terrenal. No son adquiridos ni regalados por democracia, sino insisto en cada hombre y mujer en su origen y constitución - imagen y semejanza de Dios -. Son vulnerables pero no mutables por conveniencia, capricho o votación. Todos los humanos estamos obligados gravemente a respetarlos y tenerlos - ex radice - como norte y guia de la vida. El tan manido “ bién común “ para todos los hombres comprende y abarca al hombre en su total realidad y verdad: cuerpo y alma, razón y fe sin reducciones. Por lo tanto defender y promover el “ bién común “ es enfocar y ayudar al hombre en los bienes y derechos fundamentales de la persona:, derecho a la vida desde la misma concepción - ipso facto - , protección del matrimonio - hombre y mujer - no a otros emparejamientos, defensa de la familia, igualdad de oportunidades en la educación y en el trabajo, libertad de enseñanza, libertad religiosa, seguridad ciudadana, paz internacional etc. etc. Todos están obligado a guardar estos derechos y el cristiano - por antonomasia - fundamenta su vida diaria como - ley de mínimos - en la vivencia y custodia de estos derechos aportando así valores y ayudas a la convivencia humana. En el jardín de Dios – campo o viña - hay variedad de hermosas flores, distintas por el aroma, por el croma, por la forma y por el tamaño.....Todos somos necesarios.....Dios quiere el respeto a los derechos esenciales del hombre. El cristiano - discípulo del Maestro - con visión recta, clara y cristiana de la vida que procede de Dios y a Dios se ordena vive y defiende la doctrina del Maestro. La causa de todos los males y siniestros es pretender construir un mundo en paz, solido y alegre sin el único fundamento que lo sostiene y sin Dios. El cristiano no puede - unidad de vida - prescindir de su fe en ninguna circunstancia o actividad. El cristiano - ciudadano - al tener que estar en todas las actividades, negocios y políticas del mundo debe dejar el “ sombrero “ pero no la cabeza ni el corazón a la puerta de su quehacer diario. Enseña el filósofo Epicteto: “ Hombre necio....¿ Por ventura no deseas otra cosa seriamente sino lo que es lo mejor....? ¿ Puede haber otra cosa mejor que lo que a Dios le parece y quiere ….? El cristiano – ciudadano - aporta en cualquier área de la vida: laboriosidad, confianza, competencia, honradez, ayuda, responsabilidad, generosidad...trabajo bién hecho..etc. Visión de fe y sobrenatural- Omnia in bonum -. Nunca instrumentos del mal. No se trata de convertir el mundo en una gran sacristía, ni los hogares en conventos ni la economía en una beneficencia, ni la política en un juego poco serio.....dinero y poder..El cristiano, aúnque parezca un fermento minúsculo, aporta mucho a la sociedad …. Quién es fiel en lo poco y en lo menudo también lo es en lo mucho....Para terminar cito – en alemán - la ley y norma mas antigua y universal del mundo : “ Alles, was ihr also von anderen erwartet, das tut auch ihnem.....” Todo lo que esperas y quieres de los demás, hazlo tú con ellos....
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