lunes, 14 de septiembre de 2015

CRESTOMATIA 632

CRESTOMATIA 632

¡  Quién  fuera libre  ...!     Zarzuela de  Angel  Rubio


El Papa Francisco se ha inspirado en San Francisco de Asis para escribir su encíclica ecológica “ Laudato si, mi Signore “ que tenemos que ir desgranando poco a poco todos los terraqueos... San francisco nos recordaba en este hermoso cántico que nuestra “ casa común “ la tierra es como una hermana guapa y como una madre bella que tenemos que querer,  cuidar  y tratar bién... Suena así la oración-cántico de las criaturas de San Francisco: “ Laudato si, mi Signore...” Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba...Ahora la tierra clama por el daño que le provocamos y por el abuso de los bienes con que Dios la ha regalado...Advierten los últimos Papas y todas las instituciones del mundo que la violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes...San Francisco, patrono de la “ekologia,” era un santo que vivía con simplicidad y pobreza en una maravillosa armonía con Dios - Dueño y Señor de la creación - , con la naturaleza y consigo mismo ..Aceptaba la  sabia naturaleza,  la cuidaba   y daba  gracias   por ella,  no como las  "  Ideologias  de hoy  "   que  no aceptan  el plan  de Dios   y  tratan  de  exterminarla....Cuando aparece un hombre o una mujer estridente  -  desafinada -  sobre la tierra chirría la tierra - la casa común -...San Francisco entraba en comunicación con todo lo creado y hasta predicaba a las flores, al sol, a la luna, a los animales invitándolas a cantar y alabar a Dios como si gozaran del don de la razón...Su discípulo San Buenaventura comentaba: “ Daba a todas las criaturas el dulce nombre de hermanas.. “. Proponía la naturaleza como un libro y un reflejo que nos habla de algo de la grandeza, hermosura y bondad de Dios...Pedía que en el convento se dejara siempre una parte del huerto sin cultivar para no  olvidar  y  agredir a las hierbas silvestres - pobrecillas - cuanta policromía - para que quienes las admiraran pudieran elevar el pensamiento a Dios, autor de tanta belleza...Advierte el Papa que hoy existe una malsana y peligrosa enemistad entre el hombre y la naturaleza...

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