CRESTOMATIA 822

                                                                  CRESTOMATIA 822

                                                                        MVI - 9410

La Iglesia reza y grita en medio de la Cuaresma con estas oraciones: “ Cor mundum crea in me Deus....” Señor, danos un corazón nuevo para ajustar nuestra vida a lo que enseña la fe cristiana sobre el destino y el ser del hombre....no ocuparse solo de las cosas de la tierra sino que aprendamos a mirar al Cielo...así seremos hombres nuevos y de verdad y no refugiarse en una falsa tranquilidad, hozando en el lodo y salir del error...Vida nueva, luz nueva y de verdad que afecta a todo nuestro ser - corazón y entrañas - como reza la Cuaresma en otras oraciones “ Et spiritum firmum innova in visceribus meis... “ Renuévame por dentro - las entrañas - con espíritu firme y fuerza nueva..Ser   hijos  de Dios,  no solo parecerlo   sino  serlo en verdad. Nos recuerda la Biblia “ Yo soy vuestro Dios, en el desierto y golpes de vuestra vida os daré de comer - Manú y codornices - y de beber sacaré - aguas frescas y vivas - de las rocas - las montañas Raphidim y Horeb - de vuestra nueva vida y nuevo camino....” Sigue rezando la Cuaresma “ Nolo mortem peccatoris, sed magis convertetur et vivat...” No busco ni quiero la muerte de los hombres perdidos y desnortados - pecadores - que se han desviado del camino  de Dios y   del Cielo, sino que se conviertan - cambien - de rumbo, entren por los caminos del Cielo, confien en Dios que porque - somos hijos en verdad - Dios nos protegerá, defenderá de vuestros - Amorreos - enemigos y ayudará porque la Cuaresma reza, medita y nos enseña “ Dios no se olvida jamás de sus hijos...” “ Cor contritum et humiliatum, Deus, non depiciet....” Un corazón que vuelve, cambiado, nuevo, arrepentido y humillado - verdadero - Dios no lo desprecia sino que lo festeja, no festeja los 99  hombres     fieles  y   justos que ya tiene sino que celebra por todo lo alto la vuelta, el cambio o giro - la Cuaresma o la salvación - del  que  faltaba,  el   gran pecador  y el  pez   grande...