SILABARIO RELIGIOSO - 60
HEDONISMO.- Es lógico que el paganismo y las culturas antiguas tuvieran como bandera y meta la - hedoné - la búsqueda rabiosa por el placer y la felicidad, huyendo del dolor y del sufrimiento, empujados por el deseo innato que lleva el hombre - ex origine - en su esencia. Todas esas políticas utilitarias, filosofias, doctrinas y religiones de la comodidad y el placer llevan la etiqueta de hedonismo - del griego " hedoné " = placer, felicidad, gozo, alegría. Logicamente no estaba antes ni está hoy en esa meta - hedoné - la solución ni el resultado era un logro: hombres carnales movidos por los placeres de todos los sentidos - hedonismo de cerdos o animalesco - cuya meta es la comida y el sexo, hombres cuyo dios es su vientre y sus glorias sus verguenzas. El deseo de felicidad es natural pero este hedonismo es antinatural o bestial porque no aquieta ni eleva al hombre. El hombre carnal es el hombre pecador que busca y le apetece las cosas de la carne, mientras el hombre espiritual se eleva y va tras las cosas de Dios. Según San Pablo: " Nuestra carne tiende a la muerte, el Espíritu a la vida y a la paz.La carne se rebela contra Dios, no es capaz de someterse a la Ley de Dios. Los que viven sujetos a la carne no pueden agradar a Dios, si vivís según la carne vais a la muerte, si vivís con el Espíritu o amor de Dios, viviréis. " . Este es el reto y la contramedida que diluye - medicina o antinomia que derrite - el hedonismo. Todavía hay hombres y mujeres que viven para el placer, sin otro objetivo que alcanzar en la vida, son esclavos de lo que exigen y reclaman sus instintos - como animales - con el ideal de satisfacer sus deseos carnales y concupiscencias. No conocen a Dios ni le interesa porque su medicina va en contra, pués solo desean satisfacer sus impulsos. Tienen el alma apagada y muerta para todo lo espiritual, su realidad vital es el - hedonismo - y lo mundano, su destino la corrupción y la muerte. También el hedonismo desgrada y desgracia a las personas y malogra a la sociedad. Ahí está el reto paradógico, no fué el hedonismo la solución ni la vitoria si no la cruz, el amor y el dolor de Cristo, que venció al mundo y nos puenteó y ganó la felicidad eterna. Me ronronea como un susurro el recuerdo de la letra de una canción que habla del - commerciúm o negocio eterno - ¡ Que dulce gastar la vida, quemar la naves - matar las obras del cuerpo - por un Amor y Felicidad Eterna !
HAGIOGRAFIA.- Otro vocablo griego que pide paso a nuestro SILABARIO RELIGIOSO por tarjeta alfabética. " HAGIOGRAFIA " de " agios " = santo y de " grafo " = escribir. En su origen es descripción de la vida de los santos. Pero también se llaman HAGIOGRAFOS a todos autores humanos que inspirados por Dios relatarón y compusieron los libros de la Sagrada Escritura, aportando cada uno sus conocimientos y culturas, escribieron solo lo que Dios les inspiraba y quería enseñar y contar en orden la santidad y la vida eterna, sin posibilidad de errar - inerrancia biblica -, porque Dios es el autor principal de la Biblia. Me viene a la mente un himno griego conocido como el TRISAGIO = tres veces santo que se recita en las liturgias cristinas de Oriente: " HAGIOS O THEOS = Santo Dios, HAGIOS ISJUROS = Santo fuerte, HAGIOS ATHANATOS = Santo inmortal, algunas liturgias para hacerlo mas " trisagio " añaden una referencia a la Virgen " EK PARTHENO GENNETIS = que naciste de una Virgen y finaliza " ELEISON IMAS = ruega por nosotros. Nuestro SILABARIO RELIGIOSO también replica y hace coro con otra jaculatoria aumentada y trisagio perfecto ¡ Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo y gloria a Santa María ! En nuestra cultura cristiana hasta ahora existía en los Bautismos la costumbre y la tradición de los " HAGIONIMOS " es decir, poner, bautizar o dar nombres de santos a los bautizandos, hoy no tenemos ni bautismos ni nombres de los santos y los pocos que bautizan llevan nombres paganos, exóticos o familiarizados con la moda del hedonismo. " HAGIONIMO " de " agios " = santo y de " onoma " = nombre. Nombres santificados ya para ejemplo y recuerdo o nombre que tiene que santificar cada bautizado para añadir al catálogo de los santos.