SPRICH - WORTEN -273
Nos toca hoy abordar el segundo Mandamiento de la Ley de Dios que suena así: " No tomarás el nombre de Dios en vano " . Es para quedarse mudos, no abrir la boca mas que para dar gloria y alabanza ante Dios que se presenta " Yo soy el Señor, tu Dios " " No tendrás otro Dios fuera de mi " " Dios uno y trino ". Por eso hemos de santificar su nombre y pronunciarlo con gran respeto. Los angeles y los santos en el Cielo alaban y cantan el nombre de Dios: Santo, santo, santo. Nosotros nos unimos a sus voces en la oración dominical " Santificado sea tu nombre " , hemos de esforzarnos para que el nombre de Dios sea glorificado en toda la tierra. Operaban los médicos a una niña de la garganta y le dijeron, es probable que se quede sin voz para cantar y hablar, ¿ Quiere decir algo antes de la operación ? Ella respondió con una sonrisa: " Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu santo " , fueron las últimas palabras que pronunció. ¿ Cómo honramos el nombre de Dios ? Honramos el nombre de Dios cuando lo alabamos como Creador y Salvador; confesando delante de los hombres que es nuestro Dios y Señor; escuchando con devoción o meditando la palabra de Dios; cuando le damos gracias por todo lo que nos concede o pedimos con confianza su ayuda y protección; cuidando todo lo que está consagrado a Dios; cuando procuramos que Dios sea conocido, amado y honrado por todos: jurando con piedad, justicia y verdad y cuando hacemos votos o promesas de cosas gratas a Dios con intención de cumplirlas. Hemos de respetar los lugares, las cosas y personas consagradas a Dios. Son lugares sagrados los templos y los cementerios que exigen un comportamiento lleno de respeto y dignidad. Son cosas sagradas el altar, el caliz y otros objetos dedicados al culto.Son personas consagradas los ministros de Dios y los religiosos, por lo tanto el Papa, los Obispos y los Sacerdotes merecen todo respeto - por lo que representan - y nunca se debe hablar mal de ellos. Si se profanan cosas o lugares sagrados o se injuria a las personas consagradas a Dios, se comete un grave pecado de sacrilegio. Juramento es poner a Dios como testigo de la verdad y se puede hacer ante un tribunal y poner a Dios como testigo de la verdad, fuera de estos casos no se debe jurar nunca, basta para vuestra convivencia ordinaria y humana " si, sí o no, no. " Sea, pués , vuestro modo de hablar, si, si o no, no. Lo que exceda de esto, viene del maligno ". Si no es necesario no se deben hacer votos ni promesas, bastan los própósitos de hacer un bién posible o para mejorar nuestra vida. Es prudente preguntar antes al confesor, para asegurarnos de que es factible y lo podamos cumplir. Hay quién se atreve a hacer votos y promesas para que las cumplan otros. Pecados contra el segundo Mandamiento: el perjurio o incumpliendo del voto bajo juramento, una promesa con intención de no cumplirla o violar la promesa hecha bajo juramento, no se puede invocar a Dios - la Verdad misma - para hacer un juramento falso o como testigo de una mentira. La blasfemia consiste en decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen, los santos y la Iglesia. Si se hace una forma consciente, es un pecado grave, ya que va directamente contra Dios. En el Bautismo se impone al neófito un nombre; los padres, padrinos y parroco han de procurar que sea un nombre cristiano de un santo que vivió una vida de fidelidad ejemplar a Dios, así se pone cada cristiano bajo el patrocinio de un santo que tiene como modelo e intercesor, por eso el nombre de cada persona es sagrado y merece respeto. Pero el diablo se encarga ya de no poner nombres cristianos sino paganos, profanos o del turno de moda o de ídolos de una cultura sin Dios.
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