SPRICH - WORTEN - 466
" CORPUS PAULINUM " Nº.- 2
" EPISTOLE PROS EPHESIOUS " A LOS EFESISOS "
" LA INCORPORACIÓN A CRISTO Y A LA IGLESIA "
El haber archivado y marginado los documentos del Concilio Vaticano II ha sido un freno para la Iglesia y para el mundo entero. Porque la Iglesia es en Cristo como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano. ¡ Que catequesis y enseñanzas de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia - Lumen gentium - el pueblo de Dios y los laicos - la incorporación a Cristo y a la Iglesia ! Toda esta realidad cristiana " Lumen gentium " luz de los pueblos - sobre la naturaleza de la Iglesia, su misión o papel universal, las misión divina del pueblo de Dios quedó en las tinieblas más obscuras. La Iglesia tiene a Cristo como piedra angular y es al mismo tiempo Cabeza del cuerpo de la Iglesia, los fieles incorporados a la Iglesia por el Bautismo y regenerados como hijos de Dios - por los sacramentos y las virtudes - tienen que confesar delante de los hombres la fe que han recibido - . Miembros vivos de Cristo y de la Iglesia.- . Dice San Agustín: " Si Cristo es la piedra angular, sólo vacilará si su fundamento vacila, pero ¿ Podrá vacilar Cristo ? . Mientras Cristo no vacile, la Iglesia no flaqueará jamás hasta el fin de los tiempos." Aquí nos habla también San Pablo del enemigo de siempre - satanás - con una terminologia griega propia de la época " " ton arjonta tes Exousias tou aeros - el principe del poder del aire - el demonio que está contra Dios, contra Pablo y contra nosotros, porque no luchamos contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernantes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en los lugares celestiales, en alusión a un reino inferior al Reino de los Cielos. Usa el vocablo - exousias - que es un poder inferior asignado, contra el - kratos - poder infinito, absoluto y superior del Señor. Pero seguimos " Ad litteram" el segundo capitulo : Y vosotros estais muertos por vuestros delitos y pecados, en los cuales vivísteis inmersos en otro tiempo siguiendo el espiritu de este mundo, de acuerdo con el principe del poder del aire, el espíritu que actúa ahora en los hijos de la rebeldía. Entre estos también todos nosotros vivimos en otro tiempo en la concupiscencia de nuestra carne, siguiendo los deseos de la carne y de los malos pensamientos, puesto que éramos por naturaleza hijos de la ira como los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos dió vida en Cristo. - por gracia habéis sido salvados - y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos por Cristo Jesús, a fin de manifestar a los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia, por su bondad con nosotros por medio de Cristo Jesús. Así, pués por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no procede de vosotros, puesto que es un don de Dios: es decir, no procede de las obras, para que nadie se gloría, ya que somos hechura suya, creados en Cristo Jesús, para hacer las obras buenas, que Dios había preparado para que las practicáramos. Recordad, por tanto, que en otro tiempo vosotros, los gentiles según la carne, los llamados " sin circuncisión " por los que se dicen " la circuncisión " - practicada por mano de hombre en la carne - vivías entonces sin Cristo, érais ajenos a la ciudadanía de Israel, extraños a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Ahora, sin embargo, por Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo. En efecto, él es nuestra paz: el que hizo de los dos pueblos uno solo y derribó el muro de la separación, la enemistad, anulando en su carne la ley decretada en los mandamientos. De ese modo creó en sí mismo de los dos un hombre nuevo, estableciendo la paz y reconciliando a ambos con Dios en un solo cuerpo, por medio de la cruz, dando muerte en sí mismo a la enemistad. En su venida os anunció la paz a vosotros. que estábais lejos y también la paz a los de cerca, pués por él unos y otros tenemos acceso al Padre en un mismo Espíritu. Por lo tanto, , ya no sois extraños y advenedizos sino ciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y los profetas , siendo piedra angular el mismo Cristo Jesús, sobre quién toda edificación alza bién compacta para ser templo santo en el Señor, en quíén también vosotros entráis a formar parte del edificio para ser morada de Dios por el Espíritu. Los cristianos no somos conscientes de alta dignidad y categoría - conciudadanos de los santos - domésticos Dei - familiares de Dios, con derecho pleno y total a la herencia eterna - dice San Pablo : " Empti estis magno pretio " toda esa gracia y prestigio ha costado la Cruz a Cristo - magno pretio - un precio infinitamente elevado. Por eso la pérdida de esta gracia infinita va ser proporcionada a la la ganancia que ahora se nos ofrece. " Christiane, agnosce dignitaten tuam " " La vida se nos da para pensar y reconocer nuestra alta dignidad " .
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