CRESTOMATIA 593
Minueto II de W. A. Mozart
Cuaresma
es oración...La oración siempre ha sido una forma de
relacionarse con Dios...Confiamos en Dios que nos anima a
pedir, buscar y a llamar...Pedir y dar forma parte de nuestra
vida y de nuestro ser...Pedir porque no lo tenemos todo y
dar porque realmente todos tenemos algo que dar, todos somos
necesitados y ricos al mismo tiempo...La oración es
alabar, agradecer, pedir, amar y desagraviar a Dios...En la
oración nunca falla Dios, falla la confianza y la
perseverancia de los hombres...Dios nos atiende siempre y está
esperando la visita, la conversación, el abrazo, el mimo, la amistad y besos
de sus hijos, no hay nadie más atento ni que nos espere con
tantas ansias y deseos, cariño y amor - sic los
santos, los cristianos piadosos y los conversos - para
llenarnos de gracias y favores que nos sirvan para llegar al
Cielo, jamás Dios puede denegar las ganas, medios,
favores, regalos, situaciones, dolores, enfermedades, bienes
materiales y espirituales - in brevitate vitae - de una
forma automática y segura con tal que nos ayuden - medios
- a ser santos, alcanzar la salvación y ayudar a salvar a
los otros...Todos los cristianos deberíamos tener en nuestro
corazón y en nuestros labios dia y noche algunas jaculatorias
- jacula - alfiler - que nos sirvan para mantener el
espíritu de oración o de relación con nuestro Padre Dios
y no solo en Cuaresma... “ Jacula “ algo que pincha, avisa y
despierta para no olvidarnos de hablar con Dios - cambia
la vida totalmente como Moisés al bajar del monte Sinaí - al descubrir la riqueza omnipotente que supone la
oración...Una presencia, una visita, un beso, una conversación, un dialogo, una intimidad, un abrazo de Dios-Padre-Todopoderosos con sus hijos
queridos...¿ Puede haber mayor riqueza en este pobre mundo
que la oración ? Si, respondes, la Eucarístia...Pero qué es
la Eucaristía sino la oración por antonomasia...Permanecer en la oración..Vida Eucarística....Una
jaculatoria : “ Gracias, Señor, perdón, ayúdame más...”
Otra jaculatoria: “ Jesús, María y José, que estemos
siempre con los tres...” Ahora y siempre por los siglos...
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