martes, 25 de septiembre de 2012

CRESTOMATIA 220




CRESTOMATIA 220




Lo que malogra y frustra una vida no es el dolor sino la falta de amor. No hay filosofía ni técnica que trate y valore mas y mejor el cuerpo humano que la doctrina cristiana o el Evangelio, es evidente por ser doctrina de Dios.En la cancha del hedonismo algunos podrán decir: “ Que mal lo pasan los cristianos con tanta norma, tanto freno, sacrificios y cruces “. Todo lo contrario. Nunca le pesan las ruedas al avión. Nunca estorban ni molestan las señales de tráfico.Al contrario permiten volar alto y con libertad y ayudan a llegar a la meta. Todo es barro  que se pega a las  alas  que  no dejan volar  libremente.. Solo la ceguera y la ignorancia puede acusar a los cristianos de “ masoquistas “ o de “ maniqueos “. Infinitamente lejos del cristiano está el querer el dolor - por el dolor - o despreciar el cuerpo por ser algo malo. El cristiano busca el dolor y la cruz - por amor a Dios - no por amor al cuerpo. No desprecia el cuerpo humano, sino que  regula, cuida,  mortifica y pone freno a los vicios y pecados del cuerpo que brotan de la herida del pecado original y de los pecados personales de cada uno - fomes peccati -.  que hacen  daño al cuerpo y al alma.. Muchos no quieren pensar en su original y propio - fomes peccati - así les va el - desnorte - y su frustrada guerra, obstinados en fabricar hombres y mujeres sin cabeza. No estan en la cancha por mucho que suden o pretendan correr y jugar. El cristiano en medio de la cancha del mundo defiende, vive y promueve el bién común - tan manido y pretendido- como el que màs con su trabajo, con su “ fomes peccati “ pues no se puede andar por el mundo sin esa albarda y acertadamente y con nobleza con la terapia – remedio o medicina - del “ fomes peccati “ es decir, el dolor y la cruz por amor a Dios. San Agustín enseña : “ La avería del hombre es tan grande que necesita - según la Sabiduría de Dios - una “ Stauroterapia “ dosis y medicina de Cruz - Stauros -. Al hombre no le puede sanar, ni dar alegría, ni felicidad autentica , ni salvación nada que no tenga raices en forma de cruz. En la vida del hombre - así constituido - va todo parejo y en conjunto, es el paquete  o amalgama   de la existencia  humana: vida, muerte,  dolor, trabajo,  amor, cruz y alegría. Fuera de esta cancha de juego lo único que se podrá lograr es un atisbo de alegría y felicidad fisiológica, vegetativa o botanizante, de pandereta, o de animal sano. Amar la cruz parece , a primera vista, una locura pero, al final, resulta ser de alta cordura y sensatez. “ Signum Crucis “ es la señal del cristiano. Dios - Sabiduría Infinita - así se presenta al mundo en la Cruz y lo mas grande que hay en el mundo que es María, su Madre, ahí está “ Juxta crucem - al pie de la Cruz. La Cruz la única arma que vence al mundo, al pecado, al mal, a  la muerte y  al  dolor. Dios le arrebata al diablo sus armas y estrategias y las convierte en vida, en amor, en alegria y  poo el dolor  y la cruz  la  eterna bienaventuranza. Hay una vieja y sabia jaculatoria para pedir el mejor “ podium “ del mundo a nuestra Madre del Cielo - Virgen Dolorosa - : “ Fac me tibi semper tecum stare juxta crucem.  Jesus...".... Haz, Madre, que yo esté siempre contigo junto a la Cruz  del Señor......








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