martes, 13 de junio de 2017

CRESTOMATIA 887

                                                                CRESTOMATIA 887

                                                                    MVI - 0672



El capítulo 18 del Evangelio de San Mateo es un discurso sobre la vida de la Iglesia naciente - Discurso eclesiástico - con normas y reglas básicas para los rectores y los fieles que conforman una sola familia - Ecclesia - Iglesia - ...Todos somos servidores y es necesaria la humildad, ser como niños pequeños...Por eso hay que estar atentos a no escandalizar a estos pequeños - hijos de Dios - ¡ Ay del hombre por cuya culpa se produzca el escándalo ! Todos necesitamos ser ayudados, buén ejemplo, caridad fraterna de comunión y ayuda - koinonía - pastores y fieles - pusillux grex - pequeño y debil rebaño... Tiene que crecer el rebaño y no separarse ni extraviarse ni pèrderse por eso es necesario ir en busca de la “ oveja perdida “ preciosa parábola y ejemplo en el centro de este capítulo 18 de San Mateo  que nos enseña a ser pastores unos de los otros......La corrección fraterna norma suprema de detalle, de caridad y de cuidado por nuestros hermanos para ayudarles a su fidelidad...No zancadillas, críticas, calumnias, chismorreos...El perdón de las ofensas entre hermanos, perdón que no tiene límites...Dios concede los poderes espirituales a los pastores la - potestas clavium - el poder de abrir o de cerrar, atar y desatar, para perdonar o retener los pecados, para recibir o expulsar del rebaño...La docilidad tiene su sanción en el plan de Dios en la tierra - pro multis - total y máxima libertad de los hijos de Dios para ser fieles o marcharse...Finaliza el capítulo  18  con la parabola o comparación del “ deudor cruel “ donde ejemplifica y perfila el Señor la doctrina sobre el perdón...Perdonar siempre y en todo hasta setenta veces siete, perifrasis, que significa continuamente y siempre y hasta el hondón del alma y hasta lo infinito...Si Dios nos perdona a todos la gran deuda - mil talentos - nosotros debemos perdonar a nuestros hermanos  una   mezquina deuda - un denario -...Decía un hijo pequeño de este rebaño “ Yo no tengo que perdonar porque a mi no me ofende nadie  ni nada...”

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