SILABARIO  RELIGIOSO   - 117

SANTIDAD.-  El  paquete  de vocablos   que estamos  analizando  en el  SILABARIO  RELIGIOSO  no entran al azar  o   casualidad,  al contrario  tienen  una causalidad  o fin,  ayudar   a  la santidad,  a ser fieles cristianos,  a ser mejores  y mas perfectos, a ser coherentes  con  nuestro Bautismo  que  nos  capacita  para  la plenitud   de vida cristiana  o santidad. Jesús   llama  a todos  a la  santidad   sin distinción  de estado, de raza ni de condición. "  Ser perfectos  como  vuestro Padre  celestial es perfecto ". Esta es  la doctrina   vieja  y olvidada,   tradicional  y universal  de  la Iglesia. Santidad  es sinónimo  de  Salvación  y Dios  quiere que todos  los hombres se salven. Concilio  Vaticano  II: "  Todos  los fieles  cristianos   están llamados  a la santidad  desde el lugar  que ocupan en la sociedad ." La  santidad o salvación  es  el  fin o meta de la Iglesia .  La santidad  podemos  y debemos  adquirirla  en la cosas  de todos  los dias  que se repiten   con aparente monotonía, para la mayoria   de los hombres, ser santo  supone santificar el propio trabajo,  santificarse  en su trabajo  y santificar  a los demás  con el trabajo. Por supuesto   que la santidad  no consiste  en estar en la Iglesia   todo  el dia.  Siempre  con la ayuda  de la gracia   podemos   convertir  o divinizar   nuestra   vida  corriente y ordinaria  -  cosas pequeñas  y   menudas -    en   oro de  méritos   humanos  y sobrenaturales - a pesar de nuestros errores -   como el  rey Midas   que convertía en  oro todo lo que tocaba. Aquella  mujer   ahora  ya   ahora  en camino de  santidad  apuntaba:  " En verdad, antes   pataleaba  y  solo  pelaba patatas, ahora  me santifico  pelando  patatas ".  Solo  la  gracia y el amor  de  Dios  nos  encarrila    en el  camino de  la santidad." Haec  est   voluntas  Dei, sanctificatio vestra...."  " Esta es la voluntad  de Dios, vuestra santificación, que seamos santos...." . Dios  nos  llama  a cada uno  a la  santidad,  de  cada uno  solo espera  y pide  amor:  jóvenes, ancianos, solteros,  casados, sanos, enfermos, cultos, ignorantes,  trabajen  donde trabajen, estén donde estén. Hay  un solo   puchero:  santidad.  La  santidad  no es para previlegiados,  ni para  curas o  monjes. Lo  peor  es que algunos lo tienen muy mal  y están  muy  lejos  del objetvo.   Insiste  el    Concilio   Vaticano  II : "  Todos  los fieles cristianos, en cualquier condición  de oficio o circunstancias y precisamente  por medio  de todo eso  se podrán santificar dia a dia " . La gente  normal y corriente  de la   calle  que viven  -  nel  bel  mezzo della  strada  -  en el centro  y en el medio de la calle, ciudadanos de a pie,    no somos  de segunda categoria   sino que  estamos  llamados  a descubrir    el valor   divino  de la vida ordinaria   y  a  la plenitud  de la vida  cristiana, alcanzar en primera linea  la salvación. Ahora  bién,  mientras  andamos  por este mundo  -  en medio  de la calle  y  de los trabajos caducos  -  hay que decidirse  y tomar una  "  determinada  determinación   seria  -    sic  santa Teresa,   de   amar  a Dios  y   descubrir  el valor  divino   de  la vida de cada  día  y no perder de vista el objetivo,  la  santidad o  la salvación:  desde  el  "  serviám  "   matutino   hasta  el  "  gratias  tibi  "   vespertino. ¡ Bendita   monotonía  y  normalidad  que puede estar  llena  de tanto  amor de Dios,  tanto tesoro y de tanto cielo  ! . El  mundo  y todo lo que hay en el  mundo  es bueno - valde bonum  -   menos   el pecado. Santidad   es santificar el mundo  desde dentro, estando plenamente  en el mundo, sin  ser  del mundo, sin el pecado  -  ratione peccati  -    que achata,   rebaja    y deja sin relieve  por  perder  nuestras almas  y   al negar  a Dios,   Creador  del mundo. Se  lamentaba  aquella viejecita  ante el  anciano y   enfermo  Papa  Juan Pablo II: "  Santo Padre, estoy   preocupada por su  Santidad......Respuesta  : "  El  Papa  también está    preocupado por  su Santidad....".   ¿ Y nosotros ?......

BLASFEMIA.-   BLASFEMAR   y   BLASFEMIA      vocablos  derivados     "  blapto  "  =  herir,  dañar, golpear, perjudicar   y    de " femi "  =  decir,  hablar.  Hablar  mal  injuriando.  Que  habla injuriando  y   suelta  esparpajos   y propina injurias. ¡ Hay algunos que no se acuerdan de Dios  mas que para  blasfemar ! .  Es  todo  lo contrario   al vocablo   EUFEMIA   que   indica  hablar  bién  y  dulce  y con educación.  De  " eu " =  bién  y  de " femi  =  =  decir, hablar. BLASFEMIA     es  pecado  de injuria contra  Dios,  infinitamente  santo  y bueno. Es  hablar dañinamente   contra   lo  sagrado y lo divino. Palabras  injuriosas  y malsonantes   contra Dios  o los santos. En contra  de la   BLASFEMIA   también  está  la  JACULATORIA    oración  o frase muy  breve  espontánea  y   lanzada   hacia  Dios:  gracias,  perdón,  ayúdame más.  De  " jacula  "  =  dardo, jabalina, flechazo.  Un  aguijonazo   o flechazo    o catapulta    del corazón   bueno y santo   -   espontáneo como  la catapulta  de  la   BLASFEMIA   -       pero  que endulza,   perfuma   el ambiente,   hace  bién,  humaniza    y santifica.

BULA.-   Documento  pontificio.  Del   latín  "  bulla "   que  es bola  o  esfera o sello. Sello  redondo  de bronce o metal  que colgaba   en documentos  importantes para autentificarlos. Bola o sello  que auntentificaba  los decretos. Terminó significando el documento  mismo. Documento   emitido por el Papa  auntentificado   por un sello de plomo   llamado   " bulla " . BULA ,   pero  antes   del  latín,  el vocablo  procede  del griego  " boulein "  =   querer, amar, desear.  Voluntad,  determinación, consejo, deseo,  plan  espiritual  del Papa.  Es  la expresión  de la voluntad   pontificia,  plan  o política   pastoral   hacia  sus fieles,    donde  " ogni volta "    de vez  en cuando  va exponiendo   el  deseo  o consejo    de  su  "  triple   munus   o tria munera" : "  sanctificandi " ,  oficio   o poder   de santificar,  "   praedicandi ", oficio o poder  de predicar,   " et regendi  ", oficio  o   poder   de gobernar. BULA ,    instrumento  o medio   documental  para  exponer  y dar  a conocer  su   pensamiento  pontificio.