SPRICH - WORTEN - 172
Ahora ante la primera y dulce Navidad o PAROUSIA los hombres pueden negarla, ignorarla o perseguirla pero ante la segunda PAROUSIA, VENIDA, LLEGADA, ADVENIMIENTO se presentarán irremisiblemtne todos los hombres desde Adan - buenos y malos, vivos y difuntos - vendrá Cristo como Rey, Juez y Señor de todo el Universo. Todos los hombres sin remedio se dirigiran hacia Cristo - Triunfante y Glorioso - para el juicio universal y definitivo. No olvidemos el articulo vital de nuestra fe " Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos " es una buena pista para la humanidad. Unos aceptaron con todas las consecuencias la primera Parousia o Advenimiento de Cristo y otros que han pasado de todo. Unos atraidos por el amor y otros por la justicia. De repente como el ladrón en la noche aparecerá en el cielo la señal de la Santa Cruz - bandera o signo de salvación e instrumento de victoria - tantas veces despreciada y abandonada, escándalo para unos y risa o necedad para otros. Seremos medidos y ajustados según este criterio o kanon de la Cruz. La PAROUSIA UNIVERSAL no lejana porque ya estamos en los últimos tiempos. La siembra ya está hecha - trigo y cizaña - juntos solo resta esperar y recoger la cosecha.....¡ Que silencioso entró Jesús en la tierra la primera vez ! ¡ Luego vendrá con todo su poder y gloria, dia terrible y glorioso, como un relámpago que sale de oriente y brilla hasta occidente ! ! Cuanto temblor ha de haber cuando el Juez ha de venir a examinarlo todo estrictamente ! Será abierto y publico el libro de nuestra vida: obras, pensamientos, intenciones, deseos, palabras, acciones y omisiones. Según el codigo y la dimensión de Dios no la que tuvo ante los hombres. Ahora es el momento del juicio y del adiós definitivo, unos a la derecha de Dios y otros a la izquierda. Dira a unos " Venid benditos de mi Padre para el premio eterno " y a otros dira " Apartaos de mi, malditos para el castigo eterno " .. No es indiferente el Adviento y la Navidad, todavía estamos tiempo de corregir la sentencia y poder elegir . ¡ Cuantas veces el angel me decía, alma, asómate ahora a la ventana, verás con cuanto amor llamar porfía. Y cuantas, hermosura soberana, mañana le abriremos respondía para lo mismo responder mañana ! . El que, al final, se salva, sabe y el que no, no sabe nada. Dios no ahorró nada para salvarnos, algo tenemos que hacer nosotros.
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