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CRESTOMATIA
865
Sonata de W. A. Mozart
Tiempo de
Pascua...Pascua suena a vida y resurrección, es darle -
jaquemate - a la muerte...muerte y pecado, males y enemigos del
hombre...En esa batalla Dios dejó la última gota de su sangre
con un entrega realizada hasta el último extremo...Intensidad del
amor de Dios...” Me amó y se entregó a si mismo por mi...”
(Gal. 2,20) con entrañas maternas - misericordia, compasión
- Splachnizomai - como una madre manifestando un real y
sincero interés por los hombres para lograr y regalarnos
la vida y la victoria sobre la muerte - resurrección -....”
He venido a la tierra para que tengan vida y la tengan en
abundancia...” (Jn 10, 10) hace mas que una madre...Una madre
quiere pero no puede, Dios quiere mas que una madre y que
todas las madres y además puede...Da la vida a su tiempo a
cada hombre, desde el vientre materno piensa en nosotros, nos
quiere con corazón - kolia - seno materno, nos crea a su
imagen y semejanza, gana la batalla del Calvario muriendo en la
cruz para coronarnos con la Resurrección.. San Juan Pablo II :
“ Creemos en un Dios que nos hace partícipes de su naturaleza
divina - esta comunión vital - es el fin de la vida
cristiana...” Nos conecta a su mismo ser...Nos hace hijos suyos
y nos destina a gozar, ya ahora, y luego definitivamente
con Él en el cielo...Si somos hijos de Dios - en verdad -
esta es una gran revolución...un cambio grande entre las personas
al estilo de la comunión y amor de las personas del Santísma
Trinidad, tanto en la vida eclesial, social, familiar, laboral y
política...Si no soy amor y comunión no soy yo, no soy nada
ni nadie...La característica fundamental de cada persona
divina en la Trinidad es ser para la otra, por la otra,
con la otra, en la otra y desde las otras...Son vivientes eternos
que se autorrealizan en la medida que se dan unos a otros...Hay
un pensamiento gráfico y elocuente de un sabio santo autor
que dice : “ Si alguién te ha herido es un bienhechor.
Porque si te sientes todavía herido es porque tu alma está
enferma....” El evangelio nos invita a “ Negarse a si
mismo “ que podría traducirse como “ Amarse
auténticamente a si mismo...”
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