SILABARIO  RELIGIOSO  -  88

OFRECIMIENTO   DE OBRAS.-   Así  se llama  una norma  de siempre  y antigua,  de  la  fe y de   la piedad   cristiana  y  muy importante  para   ofrecer a Dios cada dia. " Ya comais, ya bebais  o hagais  otra cosa   hacedlo  todo para gloria de Dios  y en el  nombre del Señor Jesús."  Nos cuenta  la patrística que  los  cristianos  se levantaban antes del dia o al rayar  el sol, pero   no  se entregaban ya a la rutina  y trasiego de cada  dia,  trabajos y cuidados  familiares, sin  antes  consagrar  en el templo  las primicias  de sus acciones  y trabajos. Cito  el  Vaticano II   en la  Constitución  " Lumen gentium " :  "  Todas  nuestras  obras, oraciones  y apostolados, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano y profesional, el descanso  del alma y del cuerpo,  el deporte,  las misma pruebas de la vida  si se sobrellevan   pacientemente, se convierten  en sacrificios  espirituales, aceptables  a Dios  por Jesucristo  que en la Eucaristía  se ofrece piadosamente  al  Padre  junto  con la oblación  del cuerpo del Señor. " Este es el tesoro   de la vida cristiana,  de la mercaduría  o economía  de la salvación, no desaprovechar  nada y hacerlo  meritorio  del premio  del  Cielo. Por eso   nos recomiendan  siempre  y puntualmente  renovar cada mañana  con  un  " Serviam "  " Te serviré, Señor..."  o   hacer la señal  de la cruz   para que marche bién  la   novísima  jornada  por estrenar,  o recitar  alguna oración  aprendida de pequeños o de mayores. Por  medio  del  " Ofrecimiento  de obras "    diario   de nuestras obras   por lógica - estamos  bautizados  y   consagrados  a  Dios  -  y vamos camino  del  Cielo  y cada dia renovamos  nuestra voluntad de  ser  de Dios y para Dios, no  esperemos  a hacer  el ofrecimiento  de  nuestra vida  el dia de  nuestra muerte - es absurdo  -  cantar  así " Aquí me tienes , Señor,  vengo a   ofrecerte  mi vida  la que   Tú  me regalaste...." .  Hacer  esto  sí  en  vida   y    cada mañana  este es el mejor  y santo  ofrecimiento   de  obras,  obviamente  actualizamos  nuestro deseo  de ser   unicamente  para Dios  cumpliendo en todo  con nuestros deberes  familiares,  profesionales, de amistad, ciudadanos   ¡ La  vida  es para Dios  y solo para  Dios !,  amando y sirviendo  a cuantos tenemos a nuestro alrededor  y cumpliendo  con los deberes  de nuestro  estado  y  condición.  Haciendo el   ofrecimiento  de   obras   con esta   primera,  matutina   y esencial  intención  o deseo   nuestra  vida no será    malgastada   en la rutina ni en el vacio  ni  se perderá  en la vorágine,  trasiego  o  simple  respirar y agitarse. Además   del  mañanero   saludo, durante   el dia   lo recordamos,  serán  nuevos ofrecimientos y deseos  que  activarán   nuestro  amor  y nuestra entrega. Si  nos   olvidamos   de   esta  tempranera  norma  cristiana,  nos parecemos  al   escarabajo  pelotero  que se levanta cada  mañana  con el  instinto ciego   de pasear   su bolita  de  basura  de una pared  a otra  cada dia.

SALMODIA.-    Es   una  forma de oración  que consiste  en  cantar o   recitar   los salmos biblicos  -  libro  de los Salmos -  con un tono simple  y repititivo. " SALMODIA "   del  verbo   " sallo "  =  pulsar,  hacer vibrar   y de " odé " =  canto. Canto  con acompañamiento de arpa. Es  propia  de los monasterios, conventos  y  celebraciones  litúrgicas. En la Misa  es  el canto  o salmo responsorial  que  se  reza  entre las lecturas  y el Evangelio   como salmo responsorial. Es  una forma de  cantar, de rezar  o recitar los salmos  de manera rítmica  y solemne   en la oración litúrgica. La  " ANTÍFONA "   forma  cuerpo con la Salmodia  y se canta  antes, en el medio  o  al  final  del salmo. " ANTÍFONA  "      de  " anti  " =  en contra    y de  "  fonos  " = sonido, música. Es  un breve texto  especialmente de los salmos que suena  como  en contra  o  como  respuesta  al salmo,  es  como un marco musical  y espiritual  que introduce  y concluye  los salmos  o cantos   de la liturgia,   "  sic  "   en  el conocido   salmo  23   "  El Señor  es mi pastor, nada me falta....".