SPRICH   - WORTEN -  140

Dios   desea tener  una  amistad  viva, operante y efectiva   con los hombres. Pero  existe  una   " pandemia  "  o enfermedad del alma  muy peligrosa  que se  llama  "  tibieza "  donde  hay muchos  cristianos atrapados. Apuntan  los santos  los sintomas   de la tibieza:  pereza  para las cosas  de Dios, tristeza y desgana para  las cosas  de  Dios  porque  exigen esfuerzo,  es una enfermedad  del amor a Dios,  es un alma  que está de vuelta  y cansada  en la lucha por mejorar,  ha perdido a Cristo  en el horizonte de su vida,  es  una crisis   de esperanza,  de fe y de amor,  la  figura  de Cristo  está  desdibujada  o indiferente  en su vida, está el vacio de Dios  que intenta llenar   con otras cosas  y  no llenan,  es dejadez y descuido  en la cosas  de Dios, falta  fuego,  amor y vibración, se ha dejado de luchar y se va tirando, es una niebla entre  deseo de Dios  y  el deseo  de  los hombres. Despierta  y amonesta  el angel   de Dios a  las siete iglesias  de Asia. A la iglesia   de Efeso " Conozco tus obras y tu vida,  tu hacer  y deshacer,  tus fatigas y paciencias, pero  tengo contra tí  que  has perdido  el amor  primero  que tenías al principio,  vuelva al primer amor, vuelve  a  Dios,  gasta tu corta  vida  en la  plena   y seria  amistad   con Dios  ".  No se podemos   amar   con tibieza  a  Dios  que nos amó  con tanto ardor.  A  la iglesia  de Laodicea:  " Ojalá  fueras  frio o caliente  "   "  No andas ni desandas  "    y   porque  eres  "  tibio "  te vomitaré   de   mi  presencia."  La  tibieza  es una  mala enfermedad  del amor - no eres  chicha ni limoná  -   porque si  estuvieras  frio  o perdido    podrias   rezar "  Desde lo hondo, desde el abismo,  desde la frialdad  a  ti  grito, Señor. Si fueras caliente  serías   ya un santo  vibrante y  ardiente  en  la hoguera  del  amor  y tu vida no  sería   floja  -  simple  ir tirando  -   ni    perdida. Dicen  los santos   que aman con tanto ardor  y  celo : "  A los  que  estan  frenados,  enredados  y metidos en la  tibieza, los demonios los despojan  del amor,    del  temor ,  de todas las virtudes y   del recuerdo de Dios y una vez  desarmados  y sin protección  divina  se abalanzan sobres sus víctimas  como sobre una presa facil . Recrimina  San Basilio  a un senador  convertido   que se hizo monje  -    tibio  y poco entregado -   y  le  dice: " ET SENATOREM  PERDIDISTI  ET  MONACHUM  NON FECISTI  "  "  HA SACRIFICADO AL SENADOR  Y NO HAS HECHO AL MONJE  ".  Nosotros  los   hombres llamados  a la santidad  o plenitud del amor   andamos  dando  vueltas  y vueltas,  idas y venidas,  - en medio  de la nieblina  y   a  poca  altura  -   con una fe  sin celo, una esperanza sin firmeza  y una amor sin ardor  sin poder lograr la santidad  o la plenitud  del amor. El Señor  nos advierte  "  Ignem veni mittere in terram   "     Fuego  y amor he traido a la tierra    y   ojalá   el mundo fuera ya una hoguera de amor

ecrimina   San Basilio  la  conversión  de un senador  que se hizo monje.   Le recrimina  San Basilio   "  ET SENATOREM  PERDIDISTI, ET  MONACHUM   NON FECISTI  "  " HAS  SACRIFICADO  AL SENADOR   Y NOS HAS HECHO AL MONJE " ... Nosotros  gastamos nuestra vida en idas y venidas -  perdemos  el tiempo  en medio  de la nieblina  -     con una fe  sin celo,  una esperanza   sin firmeza  y  un amor sin ardor  y   así   no  logramos  la  santidad  o    plenitud  del   amor a Dios. Nos  enseña el Señor:  "  Ignem  veni  mittere  in   terram ...."   Fuego  y amor he  traido a la tierra   y   ojalá  el mundo   fuera   ya  una hoguera    de  amor.