TO EVANGELION -22
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON . Sitio de Zaragoza 7 de C. Oudrid...
Andamos
ya, siempre con fruición, por el capitulo noveno del
“EVANGELION “ de Mateo, pocas cosas nos darán tanta paz,
alegría y bién como el leer y releer la Palabra, Evangelio o
Conversación con Dios, se me ocurre una pregunta para la
estadistica ¿ Cuantas veces hemos leido el “ EVANGELION “
de Mateo ?. Todavia estamos a tiempo para empezar una
vez mas. Ya
habria logrado este trabajo mio “ EVANGELION “ el
objetivo si alguno o alguna se decidiera a leer cada dia un
capitulo del Evangelio...El capitulo noveno nos coloca la “
Curación de un paralitico “ . Nos lo cuenta así:
Terminado el episodio de los porquerizos de Gadara, Gerasa o
Gergesa subió Jesus a una barca que hace servicio diario para
cruzar de una orilla a otra orilla que lo llevó a su
ciudad Kafarnaum y alli le
presentaron un paralitico para la curación del cuerpo. Al
ver la fe de ellos los que llevaban al enfermo paralitico Jeús
le dice “ Ten confianza, hijo, tus pecados te son
perdonados..” .Comenta Santo Tomas de Aquino “ Cada médico
cura como sabe y como puede y Jesús va a las causas mas
profundas del mal y del pecado por que sabe y puede….” Los
enemigos saltan ante esta novedosa realidad defendiendo
rabiosamente la
tesis
que solo Dios puede perdonar los pecados - otra clara e
inesperada Teofania de la divinidad de Jesús - efectivamente
que solo Dios
puede perdonar los pecados por eso Jesus
dijo al paralitico “ Levantate, toma tu camilla y vete a tu
casa...” .El enfermo se levantó y se fue a su casa. La gente
se quedó pasmada y glorifico a Dios por haber dado tal poder
a
los hombres
para hacer esta gesta y nosotros también “llenos de
fruición y alegría “ damos gracias a Dios porque nos ha
puesto “ hombres-sacerdotes “ que tienen el “ poder de
las llaves “ poder de atar o desatar y perdonarnos
nuestros pecados en
todo momento y en todo instante, convivimos con el mal y con el
pecado porque queremos...También
nos atemoriza y asusta a
nosotros
porque no es un poder humano sino divino, es
obvio que hay que ser valientes, audaces y atrevidos como aquellos
cuatro camilleros que llevan al – paralitico-pecador - a
Jesús para ser
curado.
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