SPRICH  -  WORTEN  - 245

A    estas alturas   ya sabemos de sobra  que la  Liturgia logicamente    es obra  de la Santísima  Trinidad,  es obvio,   en  este encuentro  y relación  familiar  del hombre con Dios  tiene  que estar   presente  siempre y en toda  Liturgia   el   Dios - Padre  como fuente  y fin   de la  Liturgia, nos colma de bendiciones y  gracias   en el Hijo  encarnado - relacionado  con los hombres -    muerto y resucitado   por nosotros  y derrama  en nuestros corazones  el Espíritu Santo. En este  encuentro  y  binomio   -  Dios   y  el hombre -  La Iglesia, el Pueblo  de Dios  bendice  al Padre  mediante la  adoración, la alabanza  y la acción   de gracias    e implora  el don de su Hijo  y del Espíritu  Santo  -   esencia, totalidad  y plenitud   de la  Liturgia - .¿ Cual es la obra   de  Cristo en la Liturgia ?   Es  el  " Gegenwart  "   es el  "  hoy  y ahora  "   de Dios,  es  la presencia  y actualidad  de Cristo  como agente principal  en los  Sacramentos,  Cristo  realiza  y significa    principalmente  el Misterio Pascual, al  entregar  el Espíritu Santo  a los  Apóstoles, les ha concedido  a  ellos   y a sus sucesores, el poder   de actualizar  la obra   de la salvación   por medio del  Sacrificio   del altar -  el  Calvario  -  y los  demás sacramentos   en los cuales  Cristo  -  como  Agente  Principal -  actúa  para comunicar  su gracia  a los fieles   de todos los tiempos   y en todo el mundo  -   dum    Orbis   evolvitur   -    mientras el  mundo -  el  Kosmos  -  gira  y gira. " Hoc  fácite in mea conmemoratione...."   " Haced  todo  esto  en recuerdo mio ..."    El necesario  y mejor  engrase  para que este  mundo  exista y se mantenga. Evidentemente que en  toda  Liturgia   está   presente   como  -  maestro  de ceremonias  -   la  mas estrecha   cooperación  entre el Espiritu  Santo  y la Iglesia.  El  Espiritu Santo prepara,  mueve  y unge    a la Iglesia   para el encuentro  y    escenificación    con el Señor, recuerda y manifiesta  la  fe del Pueblo  de Dios, hace presente y actualiza  el Misterio   de  Cristo, une la Iglesia  a la vida  y misión  de Cristo  y hace frutificar  en ella  el don de la comunión,  de la  santidad  y del amor   y todos  los  dones y frutos  del Espíritu Santo  para la obra  de arte  que es la santificación  personal  de todo   Bautizado .Nadie  puede decir: Amen   sin la moción  del  Espíritu  Santo.