domingo, 21 de agosto de 2022

                                                             SPRICH    - WORTEN  -  258

Patalea   hoy   el diablo  y maquinan  todas las ideologias   para   deshacer y destruir  el plan   y designios   de Dios  sobre  la familia y sobre el hombre. Todo gira  y  discurre  para reventar   el  amoroso   y sabio designio de Dios   sobre el hombre y la mujer. Lo  que pasa es que  el mundo  no resiste y ni aguanta  fuera  del manual de Dios. Ahi  está el matrimonio, ni mas ni menos, este es el plan de Dios. Dios que es  Amor  y creó  el hombre  por amor  y lo ha llamado al amor, crea al hombre  y a la mujer  y   los llama al  amor  en el Matrimonio  en una comunión  e intimidad  de vida  entre ellos "  de manera que ya no son dos, sino una sola carne  "   los bendijo y dijo  " creced   y multiplicaos " .  No  hay  ni  puede haber  mejores ruedas y  ni railes para que el  mundo  " evólvitur  "    " gire y gire ".  ¿ Por  qué  y para qué  lo hizo así ?  .Para que  el  mundo    ruede, siga, crezca y se multiplique,  fundado en las leyes propias de la naturaleza, ordenada   a   la comunion y el amor  y al bién  de los conyuges, a la procreación   y educación de los hijos -  esta  sí  que  es carne de mi carne,  dijo  el hombre al ver a la mujer  -   esto   es la totalidad    de  la  vida  -  lo que Dios ha unido  que no lo separe el hombre - .  Pretender  destruir  estas columnas  es  acabar con  el edificio. Este  pateleo   hodierno  no  es nuevo,  sino  mas viejo  que  el diablo   que  amenaza   y  ataca  con    añejas   artimañas  de  la   discordia  familiar  y  la infidelidad,   pero   Dios   en  su infinita misericordia  da al hombre  y a la mujer  la gracia - la fuerza  -   para realizar   el amor  y la unión  indisoluble  según el designio  original  del Creador. Jesucristo   restablece  el  orden original  del Matrimonio  otorgando la gracia especial  -  Alianza nupcial  -   para vivirlo   en su nueva  y definitiva   dignidad   y grandeza   con el  Sacramento   del  Matrimonio  " Hombres, amad a vuestras mujeres  como Cristo  ama su Iglesia  ". El  Matrimonio  es un sacramento   central  y    santo      para servicio  del pueblo de  Dios,  su celebración   solemne  y  litúrgica   también    es pública  en presencia   del  sacerdote   como  testigo  cualificado   y de otros testigos. Este sacramento  público   lo celebran  -  como  ministros  -  los  conyuges   con  su consentimiento  mutuo. Este  Sacramento  crea  entre los conyuges  un vínculo   perpetuo  y exclusivo.El matrimonio rato y consumado   entre bautizados  no podrá nunca ser disuelto. Dios  confiere  a los esposos   la gracia sacramental   propia  de este sacramento   para  alcanzar    la santidad  en la vida  conyugal, acoger y educar  responsablemente  a   los hijos. ¡  E contra.....!  Los  enemigos y  pecados   contra el matrimonio  son:  desunión, discordias,  infidelidades, divorcio, adulterio, poligamia,  uniones  del mismo sexo  y otras alteridades  y  el rechazo  de la fecundidad. Cuando  surgen  imposibilidades   de cohabitación   por diversas razones, la Iglesia admite la separación  física  de convivencia, pero   mientras viva el otro conyuge  no  son libres  para contraer  una nueva unión  " Quién repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio  y  si ella  repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio  ".  Dos  mujeres  contemporáneas  comentaban  y decía  una a la otra  "  ¡ Pepita, si las campanas  tocaran a divorcio,    quién nos vería  correr cuesta arriba  !  ¿ Por  qué  la familia cristiana   es llamada  " Iglesia doméstica "  ? .   Porque  simboliza, manifiesta  y realiza  la naturaleza  comunitaria  y familiar   de la Iglesia como familia de Dios. Cada miembro, según su propio papel,  ejerce  el sacerdocio  bautismal,  contribuye a hacer   de la familia  una comunidad  de gracia y de oración,  escuela de virtudes humanas  y cristianas  y es  lugar del primer anuncio de la fe  a los hijos.  Suena  así    una canción:  ¡ Ay, si todas las madres fuesen  María   y los padres  San  José  y   los hijos como  Jesús   de Nazareth  !.

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