jueves, 18 de agosto de 2022

                                                          SPRICH  - WORTEN  -  256

Seguimos y finalizamos   con  los  Sacramentos    de la sanación   barruntando   algo  sobre   la  Unción   de los   Enfermos. En  el  Antiguo Testamento   el hombre  experimenta  en la enfermedad  su  propia limitación y al mismo tiempo  percibe  que está vinculada con el pecado  y también los  profetas atisbaron  que la enfermedad podía tener  un valor  redentor   de los pecados propios y ajenos.  En  el Nuevo Testamento  la compasión   y predilección de  Jesús  hacia los enfermos   y  las numerosas curaciones  son una señal  clara  de que el Reino de Dios   habia llegado   y por tanto  la victoria  sobre el pecado, el sufrimiento  y la muerte. Con su  Cruz, Pasión y Muerte, Jesús da  un nuevo sentido al  dolor  y al sufrimiento   que  asociado  al   suyo, puede convertirse  en medio de purificación, santificación  y salvación   para nosotros y para los demás. La  Iglesia  se empeña en el cuidado de los enfermos   con oraciones de intercesión  y  tiene   y  ofrece   un sacramento  específico  para los enfermos, instituido  por Cristo   mismo  como  cuenta  Santiago   "   ¿  Está enfermo  alguno de vosotros  ?   Llame a los  presbíteros  de la Iglesia   que oren sobre  él,  le unjan  con el ´óleo  en el nombre  del Señor.  ".  Lo pueden recibir  cualquier fiel   en peligro de muerte  por enfermedad o por vejez, se puede repetir  varias veces  si se produce un  agravamiento de la enfermedad,    si es posible,   debe  ir precedido   de la confesión  individual  del enfermo. Solo   puede ser administrado   por  los Obispos  o  Presbíteros. La  celebración consiste esencialmente  en la unción con el  óleo  de enfermos,  bendecido  por el Obispo  -  junto  con el óleo  de  los  Catecúmenos  y el Santo  Crisma  -   que son elementos  esenciales  para  otros sacramentos. Hoy   se unge  al enfermo sobre la frente y sobre las manos.  Yo recuerdo  ungir  a los enfermos   en otras partes del cuerpo  como hacen  todavia  en otros ritos. Esta  unción  es acompañada   por las palabras y  oraciones   del sacerdote  que implora   la  gracia especial de  este sacramento:  "  Por  esta Santa Unción  y por su  bondadosa  misericordia  te ayude  el Señor  con la gracia  del Espíritu  Santo,  para que libre de tus pecados, te conceda  la salvación  y te conforte  en tu enfermedad ".  Esta  Unción  prepara  al enfermo  para pasar   a la  Casa  del Padre,  une más intimamente  al enfermo  a la Pasión  de Cristo, para su bién   y de toda la Iglesia,  le otorga fortaleza, paz, ánimo  y  el perdón de los pecados,  y  -  Deo  volente  -   si Dios  quiere -  la recuperación  de la salud física. El  "  Viatico "     de   "  via, camino,  tránsito,  puente "   es la   Eucaristía  recibida  por los que  están  por dejar esta vida terrena  y   se preparan  para el paso  a la vida eterna. Si el  diablo  no  anda por  medio,  deberíamos  aceptar   esta   cariñosa   y sanadora   oferta  que Dios  nos  pone  en  el paso fronterizo  que todo  humano  tiene que cruzar. En  otros  tiempos,  estuve  muchos años  en Hospitales  -   era  prioritario  y estaba de moda  -    que  nadie  se muriese  sin la Santa  Unción.  ¡  Ojalá  hoy  no decaiga  esta  sanitaria  y pastoral labor   de  los enfermos   ! .  

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