SPRICH - WORTEN - 263
Entramos ya en el meollo y enjundia de la vida cristiana - la plenitud y la perfección de la vida - que es ya la vida eterna incoada, mezclada y metastizada con la vida humana. Donde se une el cielo con la tierra no es en el horizonte infinito sino en nuestra vida humana diaria y en nuestro corazón originada en el misterio de la Encarnación al unirse la naturaleza humana a la naturaleza divina en la Persona - Hypostasis - de Cristo. Vida cristiana = injertados en Criso. Neófitos = plantados de nuevo. Nueva vida en Cristo por el Bautismo para ser vivida, recuerda el Papa Leon Magno: " Una vez que has sido hecho partícipe de la naturaleza divina - vida nueva en Cristo - no quieras volver a tu antigua miseria - pecado - con una conducta indigna y degenerada ·. Recuerda los ingredientes y alimentos de esta nueva vida en Cristo que la mantienen, alimentan y conservan por los siglos de los siglos - eternidad -. La vida cristiana es la fuente de la verdadera vida. La vida natural es el primer regalo de Dios: los dones de la inteligencia para comprender las verdades creadas y ascender a través de ellas hasta el Creador; la voluntad para querer el bién y para amar; la libertad con la que nos dirigimos - como peregrinos - a la Casa Paterna; el tiempo para servir a Dios y darle gloria; bienes materiales, para arreglo y bonanza de nuestra vida humana; la vida de la gracia por el Bautismo - miembros de la Iglesia - comunion de los santos - seguirle de cerca en santidad; los sacramentos, especialmente el don inestimable de la Eucaristía - pan verdadero bajado del cielo -; hemos recibido como Madre a la Madre de Dios, los siete dones y los frutos del Espíritu Santo que hacen esta vida mejor, mas sana y mas santa; el Angel de la guarda que nos protege y custodia. Es evidente que la vida cristiana está vinculada de una forma orgánica y viva a la fe y a los sacramentos que son los canales - savia - por donde corre la gracia de Cristo y los dones del Espíritu Santo que hacen capaces de vivir esta vida nueva - como hijos de Dios en Cristo -. Esta es la categoria singular del hombre vista por su Creador, esta es la alta dignidad de la persona humana, el hombre como imagen de Dios con la vocación de la felicidad sin fin - la bienaventuranza eterna - . Esta felicidad o bienaventuranza responde al deseo innato que Dios ha puesto en el corazón del ser humano, como un imán que le atrae hacia Dios el único que lo puede satisfacer. Para alcanzar esta la felicidad temporal y eterna, tan deseada, tan esperada, tan prometida se necesita la - vida en Cristo, la gracia de Dios - que le alienta, le alimenta y le oxigena para buscar, vivir y amar la verdad y el bién y evitar el mal. ¿ Qué es la bienaventuranza eterna ? Consiste en la visión de Dios en la vida eterna, cuando seremos en plenitud - divinos, dioses, partícipes de la naturaleza divina - de la Gloria de Cristo y del gozo de la vida trinitaria. Si solo el escribirlo o escucharlo nos asombra y estremece ¡ Cómo será el gustar y el disfrutar la realidad eternamente ! . Sobrepasa la capacidad humana - ni el ojo vió, ni el oido oyó ni la calenturienta imaginación humana - puede decir algo sobre la bondad que Dios tiene preparada para los que le aman.Es un don sobre-natural y gratuito de Dios. Pero el Cielo no es de piñon fijo ni automático depende del manejo y elección de la libertad humana a la hora de elegir entre el bién y el mal. Ni Dios sería Dios, ni el hombre sería hombre, si pudiese crear hombres sin libertad y atados por las narices. ¿ Qué es la libertad ? . De la libertad humana haremos brochada en la siguiente " SPRICH -WORTEN ".
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