domingo, 28 de agosto de 2022

                                                        SPRICH   - WORTEN  - 264


¿ Quid  libertas ?    ¿ Qué es la libertad ?   La   libertad  es el poder  dado por Dios al hombre  de obrar  o no obrar, de hacer esto  o  aquello,   de ejecutar  de este modo  por si mimo  acciones    deliberadas. También el animal  en relación  con  su instinto  posee su libertad  - lo  que le apetece y le gusta  -  si no tiene  libertad   no disfruta  de su instinto. El  animal  no distingue entre  el bién  y el mal La libertad humana  implica también  la posibilidad  de elegir entre el bién y el mal. Cuanto mas se hace el bién  mas libre  se va haciendo  también el hombre  La  libertad alcanza  su perfección   cuando está ordenada  a Dios, Bién Supremo   y  Bienaventuranza   nuestra. La elección del mal  es un abuso   de la libertad -  es creada  y  regalada   - in melius  -   para el bién,  no - in peius -  para el mal  que conduce  a la   esclavitud  del pecado.  La  libertad, libera. Por  ser  un don  de Dios, la libertad  verdadera  y   creatural  debe estar  armonizada  y concertada  con la de Dios  y con la   que tienen sus semejantes. Los Mandamientos  de Dios  son camino de libertad, poniendo orden  en el ejercicio  de la libertad.  La   libertad  es el fundamento   de  la  moralidad  y   de la responsabilidad  y  es la característica   de los   actos     propiamente  humanos.Todo  humano  tiene que  educar su libertad  para   usarla correctamente.La  moralidad, pués, es una cualidad  del acto humano  libremente ejercido, será positiva  - buena -  si se ajusta   a la norma que lo ordena  como ser racional  y será negativa  -  mala  -  si actúa  irracionalmente  en contra de la norma.La  libertad  hace  al hombre  responsable  de sus actos  voluntarios  y libres,  aún que su imputabilidad  se puede disminuir  o agravar a causa  de la ignorancia, la inadvertencia,  la  ignorancia,   la   violencia, el miedo, las  pasiones  y  los hábitos. Todo hombre tiene derecho a la libertad   por  ser parte  esencial,   propia  e  inseparable de la dignidad del hombre. ¿  Donde se sitúa  la libertad humana en el orden de la salvación  ? . Nuestra libertad  se halla debilitada  a causa del pecado original  y se agrava  aún más  por los pecados   sucesivos. Cristo  "  nos   liberó para ser libres  ". El hombre sabe que obra  bién   o mal, que sus acciones  son buenas o malas, por   esa voz  interior  - quid  divinum  -   luz   o conciencia que le avisa:  hay que hacer el bién y evitar el mal. Es  una ley  natural  y eterna  insita   en nuestra  alma. Nos enseñan los moralistas  que tenemos un criterio  claro y sencillo  de moralidad   que depende  del objeto,   del fin y de las circunstancias. Objeto  es la materia   del acto humano,  el objeto a que tiende  la voluntad. Hay  cosas que son buenas por si mismas y siempre    y cosas que  son  malas  y siempre  de suyo. Por ejemplo: adorar a Dios es un acto bueno  en si mismo  y quitar  la vida a un inocente  es un crimen  que siempre  estará mal. El fin o intención  del acto  puede modificar la moralidad, porque si la acción es buena  pero realizada  con mala intención  pervierte  aquella acción  y la convierte en mala. Está  claro:  el fin no justifica los medios. Las circunstancias   y las consecuencias  influyen  en la moralidad  agravando o disminuyendo  la cualidad buena o mala del acto. Lo  que es malo  no puede volverse bueno  por las circunstancias. Para que un acto sea bueno moralmente es preciso   que sea bueno  en su totalidad,  el objeto,  el fin y las circunstancias. El objeto elegido  puede por si solo  viciar una acción, aúnque la intención se buena.No  es lícito hacer  el   mal para conseguir  un bién. Un fin malo  puede corromper  la acción, aúnque  el objeto sea en si  mismo bueno. Un fin bueno  no hace   buena   una acción  que de suyo es mala en sí misma,    porque el fin no justicia los medios. Todos estos ingredientes  forman parte  integral   de  la arquitectura    o "  metabolismo  "   de la  salvación eterna  de los hombres. Resumen  y  enseña San Agustín:  "  Deus,   qui  creavit  te sine te,  non salvabit  te   sine te ".  Dios, que te creó  sin tí,  ahora   no  te puede    salvar  sin tí  "    sin   tu voluntad  y sin tu  libertad. Coopero   - digo que sí   a Dios   -   porque  me da la gana.

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