SPRICH - WORTEN - 266
No es absoleto ni anacrónico hablar hoy de las " virtudes " cuando todas las culturas y filosofías anteriores al cristianismo las tenían en el ámbito puramente basico y natural como la mejor manera noble, perfecta y acabada del ser humano. El cristianismo logicamente habla además de las virtudes sobre-naturales cuando se viven en la plenitud que confirman la santidad - que tengan vida y que la tengan abundante -. En la canonización de los santos se investiga si en aquella vida tiene pruebas - en grado heroico - de la práctica de las virtudes teologales de la fe, de la esperanza y de la caridad y también de las virtudes cardinales - cardo - morales, principales y anejas de la prudencia, de la justicia, templanza y fortaleza. " Sanctus, homo perfectus " " El santo es el hombre perfecto " . Todos los santos son pecadores , nosotros - los que no somos santos - somos también pecadores, además de desgraciados y desplumados con ninguna o pocas virtudes. La gracia no destruye la naturaleza, las virtudes sobre-naturales se apoyan y exigen las virtudes humanas y naturales y las perfeccionan. ¿ Qué es la virtud ? Es una disposición habitual y firme para hacer el bién ¡ Repeat egain ! ¡ Repetir de nuevo ! ¡Practicar la virtud ! . Del latin " vir " que es varón, hombre " vis " fuerza. En griego califican de " Aretologia " el tratado " De virtutibus " con la misma idea de fuerza y de constancia " Ariete " cabeza de carnero - máquina militar para destruir murallas. Las virtudes humanas son perfecciones habituales y estables del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guian nuestra conducta en conformidad con la razón y con la fe, adquiridas y fortalecidas por medio de actos reiterados y que son purificadas y elevadas por la gracia y las virtudes sobre-naturales. Las virtudes humanas son las morales - mos - costumbres o cardinales - cardo - eje, como cabezas de serie, que agrupan a todas las demás constituyen las base de una vida virtuosa. La prudencia busca el verdadero bién y elige los medios adecuados para realizarlo. La Justicia es la constante y firme voluntad de " unicuique sui " dar a cada uno lo suyo.La fortaleza da fuerza contra las dificultades y constancia en la búsqueda del bién.La templanza modera los placeres, asegura la voluntad sobre las pasiones e instintos, procura el equilibrio en el uso de las cosas creadas. ¿ Qué son las virtudes teologales ? Las que tienen como origen, motivo y objeto inmediato a Dios mismo. Son infusas en el hombre con la gracia santificante, nos relacionan con las Santísima Trinidad, animan la vida cristiana vivificando las virtudes humanas y son garantía de la presencia y acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano. Son la fe, la esperanza y la caridad. La fe es creer en Dios y en todo lo que nos ha revelado porque es la Verdad misma. La esperanza nos ayuda a esperar lo que deseamos de Dios: la vida eterna - nuestra felicidad - confiando en las promesas de Cristo- merecerla y perseverar hasta el fin de nuestra vida terrena. La caridad - amor - por la que amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Es el mandamiento nuevo, es la plenitud de la Ley. ¿ Qué son los dones del Espíritu Santo ? Son disposiciones permanentes que hacen dócil al hombre para seguir las inspiraciones divinas. Son siete: Sabiduría. entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. ¿ Que son los frutos del Espíritu Santo ? Son perfecciones plasmadas en nosotros como primicias de la gloria eterna. La tradición enumera doce: " Caridad, gozo, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad. " Este es el material y el andamiaje que usa el Espíritu Santo para hacer la obra de arte de la santidad en cada ser humano.
mbito puramente natural
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