SPRICH   -  WORTEN  -  293

                                                          "  LEX  ORANDI   ( X )

Seguimos puntualizando,    entre   luces y sombras,    sobre    el mediterráneo  y  océano   de la oración  que   eleva y engrandece al hombre  hasta  el    infinito    y  nos   coloca   en el  Cielo  y  en la vida eterna. La  oración  nos da   ojos  de Dios.  Otra   pregunta   ¿  Quotuplex  oratio   ? . ¿  Clases, expresiones,  formas   o modos  de oración ?. La  tradición cristiana  ha conservado  tres modos  de expresar  o calificar  y  vivir  la oración:   la oración vocal,  la oración   mental  o  meditación   y la   oración contemplativa. La oración  vocal  es la que se realiza  con palabras   como al rezar  el " Pater Noster "   o  el  " Ave María ". La oración  mental o meditación es una reflexión orante  donde intervine la inteligencia, la imaginación, la emoción, el deseo   para profundizar  nuestra fe, convertir el corazón  y fortalecer  la voluntad  de seguir a Cristo,  es una  etapa  preliminar  hacia la unión  de amor o mistica  con el Señor, se llama mental  porque la  carga del trato con Dios   descansa en la actuación  de la mente  y no en las palabras.  La oración contemplativa  es la únion   con Dios  o mirada  sencilla  a Dios en el silencio  y en el amor, es un don de Dios, durante el cual  el que ora busca    a Cristo, se entrega  a la voluntad amorosa del Padre  y recoge su ser bajo la acción  o moción del Espíritu Santo. Santa Teresa  de  Jesús  la define  como una unión o relación  de amistad  " Estando  muchas veces    tratando a solas con quién sabes que te ama  ".  Hay  que notar  que en  toda oración   debemos cuidar  los detalles  de respeto, piedad    y delicadeza  que es el  protocolo,  ha de ser piadosa, acudir a la oración  como hijos  confiados. Humilde  -  solo  desde  el " Humus ",  "  desde  el  " Hombre  " ,  desde la  " Humidad  "     porque siempre necesitamos  a Dios. Confiada, Dios nos ama  sin remedio  como  Padre, nos fiamos totalmente  de El   y estamos seguros  que nos dará siempre lo mejor -  aúnque siempre experimentamos  que  "  nuestros caminos no son los caminos  de Dios  ". Perseverante,  - tozudez  y terquedad  -   una  y otra vez, sin cansancio ni desánimo. A veces tenemos la sensación  de que Dios  no nos concede  todo lo que pedimos, habrá  que examinar si lo que  pedimos es conveniente  para nuestra  salvación  o si  nuestros rezos  tienen la  cualidades  y condiciones  requeridas. Porque suele ocurrir  que rezamos mal  -  con visión distorsionada,  no con los ojos de   Dios  -  o nos portamos  mal  y  Dios  no  encaja  en nuestros  planes  o pedimos cosas  inconvenientes. Hay  que encararse   con Dios  como  los niños pequeños  y   ¿  Por  qué  ?   y   ¿  Por qué ?   y  como  Abrahán, a a quién  el Señor  le pidió  un cupo  de  cién  justos   ¿   Señor   y  si hubiera   cincuenta, y  si hubiera  cuarenta,  y si hubiera  treinta, y si hubiera  veinte y si hubiera  diez  ? . Dice el Señor:   "  Si  hay diez  perdono  a las ciudades  malditas  de Sodoma y Gomorra,  me acomodo   y   sigo en mi  línea  de amor,  de  bién,  de amistad,   de misericordia  y perdón. " .  Señor  ¿ Para que nos  mandas  "  Pedir  y recibireis,  llamar  y se os abrirá,  buscar y encontrareis  " . ?  Dios   no duerme  y siempre está  operativo   y vigilante   para   atender y resolver   los enredos  de sus  hijos. La oración  nos une mas a Dios   para  comprender mejor   sus   planes    sobre nosotros  y sobre los demás,  poniendo las cosas en  su  lugar, salimos  fortalecidos para luchar  contra el mal y  hacer el bién, para enfrentarnos  a las dificultades  de la vida  con serenidad  y alegría  al   descifrar  el  "  Omnia in bonum  "   "  Todo es para nuestro bién  ",   solo  la oración  nos consigue  la gracia   de permanecer  hasta el fin fieles a Cristo,  cooperar   con Dios  a la redención  del mundo  y a la salvación  de  hombres.