SPRICH   -  WORTEN  -  285

Ante  la esencia  y la presencia  de la   apasionante    e  importante   realidad   de la oración    podemos  escribir sin miedo a equivocarnos  aquel  axioma  " Nulla  dies sine oratione   "   "  Ningún dia sin oración  "    tiene el  mismo imperativo  y fuerza    necesaria    que   el  "  Nulla dies  sine  corde  "   " Nulla  die sine aere "   es imposible   vivir  sin corazón  y sin   aire.  Existe  una vocación universal  a la oración   porque  la criatura  tira al   Creador  como un   imán  y aún después  de la frenada  o caida  del hombre  sigue siendo capaz  de  reconocer al   Creador  y   conserva  el deseo innato  hacía  el que le ha dado la existencia. Todas las religiones   dejan testimonio de  este   indeleble  deseo   por parte del hombre    pero es Dios - Creador  quién  primero  e incesantemente  atrae a todos los hombres  al encuentro misterioso  de la oración. La oración  es el resultado  del conocimiento   y reconocimiento   de Dios  Creador  y del conocimiento    y reconocimiento   de la criatura.  A poco   que colaboren los padres, los niños  descubren  a  Dios-Padre- Creador   con facilidad   y  con proclividad  esencial,   por eso los niños rezan tan bién,  quienes   no rezan  o rezan menos son los mayores  - egoistas, orgullosos,  desconfiados  y  que piden razones a Dios. Los  niños     con  la misma  naturalidad  y sencillez    que hablan con sus padres, les  llaman  y les piden  lo que necesitan y les besan  y les abrazan  así  hacen con  Dios   en sus  oraciones. ¡  Qué bién  suena  esta conzoneta   de los niños  y niñas  italianos  cuando vienen  a confesarse  " Ho  fato  questo, ho fato  questo  altro   e   poi basta  " . Clara, concisa y concreta. La  criatura  al conocerse a si misma -   criatura  humana  y contingente  -   sabe sus limitaciones  y sus  necesidades  de ahí  que se abra   y se eleve  hacia  Dios  en la oración   para que   les solucione  o nos ayude  a solucionarlas. Al   sobrevolar  el antiguo Testamento   encontramos   primitivos antepasados   y  grandes patriarcas   que fueron hombres  y maestros  de oración:   Abrahan, Jacob, Moises, David  y  los profetas  que hablaban con  Dios  como con un amigo. Los  Salmos son la obra maestra   de la oración    de los hombres   del Antiguo Testamento y  son pieza fundamental de la oración   hodierna  de la iglesia. En los Salmos  volcaron  sus necesidades   y su esperanza  los pueblos antiguos   que miraban sobre todo a  la venida  del Salvador,  tan anhelada   y  tan  rezada. Abrahan   es un modelo perfecto de  oración  porque camina  y vive en la presencia  de Dios,  le escucha y le obedece. Se  atreve a  discutir para interceder  con  audaz  confianza  por el pueblo pecador. ¿  Cómo oraba Moisés ? .La  oración de Moisés  es modelo  de oración  contemplativa  de  altas cumbres  y  zarzas ardientes conversa   a solas  con Dios   frecuente  y largamente  -   vis a vis  -   cara cara  -    como habla un hombre con su amigo. De  esta intimidad  con Dios Moisés    saca la fuerza   contra  el Faraón  de  Egipto   en favor de su pueblo  y su oración  prefigura   la intercesión  del único salvador  y mediador,  Cristo - Jesús. El  rey David,  "    rey    según el corazón  de Dios "   es el pastor que ora   con confianza  por  su pueblo  a Aquel   que es  el  solo Rey  y Señor. Los  profetas sacan  de la oración    su  luz, su profecia  y su   fuerza    para exhortar  al pueblo a la fe  y a la conversión  del   corazón. El  profeta Elias, el padre de los profetas,  en el monte Carmelo   obtiene  el retorno   del pueblo a la fe   gracias a la intervención  de Dios, al que  Elias   rezaba así  "   Respóndeme, Señor, respóndeme ".º  Los Salmos   son el vértice  de la oración en el Antiguo Testamento   para mantener  vivir   la fe  personal  y comunitaria,  porque cantan las maravillas  de Dios en la Creación y en la historia   de la salvación. El mismo  Cristo  rezaba con los  Salmos. Hoy  siguen siendo un elemento  esencial  y permanente  de la oración    de la Iglesia  que se adaptan  a los hombres  de toda condición  y tiempo. En  las  siguientes  "  SPRICH   - WORTEN  "     aterrizaremos  en  el Nuevo  Testamento    para  saborear  el testimonio   de   la plenitud  de la oración  realizada  por  Jesús,    ver  y  palpar    como  reza la Iglesia.