SPRICH - WORTEN - 275
Hoy me siento como una " Avis solitaria in tecto " " Ave solitaria en el tejado " " Desorientado, desganado y sin euforia al tener que escribir sobre el " Dulce precepto o cuarto mandamientos de la ley de Dios " " Honrarás a tu padre y a tu madre " y sobre la familia y la Iglesia doméstica. Nos tocado vivir en nuestra sociedad en una época que minusvalora, desprecia y ataca este " Dulce precepto ". Ataques a la familia, emparajamientos irregulares, abortos. violencias, divorcios, separaciones, residencias de la tercera edad.....Parece tener poca cancha el cuarto mandamiento de la Ley de Dios. La familia es la célula original de la sociedad humana. Así definen los diccionarios a la familia: " Un hombre y una mujer, unidos en matrimonio forman por sí mismos y con sus hijos una familia ". El matrimonio y la familia están ordenados al bién de los esposos y a la procreación y educación de los hijos. Va ser dificil buscar alternativa efectiva. válida y feliz a este plan sabio de Dios. Los principios y valores familiares constituyen el fundamento de la vida social. La vida de familia es antesala de la vida social. Con Cristo la familia se convierte en " Iglesia doméstica " porque es una comunidad de fe, de esperanza y de de amor. Frente a esta dulce realidad encaja el cuarto mandamiento: honrar y respetar a nuestros padres y a todos aquellos a quienes Dios ha investido de autoridad para nuestro bién. Este arranca flojo hacia los padres y se diluye entre los otros miembros del grupo familiar como abuelos y antepasados, los alumnos con los maestros, los empleados con sus patronos, los subordinados con sus jefes, los ciudadanos con su patria y con los que la administran y gobiernan.Los deberes de los padres con los hijos de amar, sustentar y educar a sus hijos, cuidar de sus necesidades espirituales y materiales, dándoles una sólida formación humana y cristiana Deberes de los hijos con los padres: amor, respeto y gratitud, justa obediencia. Otras obligaciones del cuarto mandamiento incluyen a otras personas en el organigrama familiar y social. Los hermanos mayores deben dar buén ejemplo evitando enfados, egoismos, riñas e envidias. El amor y respeto exigidos por el cuarto mandamiento alcanza a los abuelos, tios, primos y amigos. A los profesores y bienhechores son como representantes de nuestros padres se le debe agradecimiento y respeto. A los pastores de la Iglesia - padres y pastores de nuestras almas - debemos rezar por ellos y obedecer sus indicaciones - no murmurar nunca -. Incluye también los deberes con la patria y autoridades civiles porque la autoridad viene de Dios, hay que amar y servir a la Patria, respetar y obedecer a las autoridades civiles y cumplir sus leyes siempre que sean justas. Los padres educan a sus hijos en la fe cristiana con el ejemplo, la oración, la catequesis familiar y participación en la vida de la Iglesia. Los vinculos familiares no son un bién absoluto porque antes está la vocación cristiana " El que ama a su padre o a su madre más que a Mi - dice Jesús - no es digno de Mi ". Responsabilidad grave de los padres a la hora de dejar libertad a los hijos en la elección del estado de vida: matrimonio, vida consagrada o ministerio sacerdotal. El ciudadano no debe obedecer a las autoridades civiles cuando las leyes o prescripciones se oponen a la ley moral " Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres ".
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