SPRICH - WORTEN - 271
Nos vamos a divertir dando unas cuantas pinceladas sobre otro regalo de Dios como es el " Dekalogo o Dekanomia " los Mandamientos de Dios. Son regalo porque Dios nos ama primero y nos indica el camino de la felicidad en esta vida y en la otra. No hay otra carretera para llegar al Cielo. Son las señales que indican a los hombres lo que es bueno y lo que es malo., lo que es verdadero y lo es falso, lo que le agrada a Dios y lo que le desagrada. El Dekálogo contiene una expresión cierta y clara de la ley natural que le corresponde a los hombres, es decir, conseguir su fin. Los minerales, las plantas y los animales llegan a su fin - ley natural - de una manera automática y de piñon fijo, los hombres alcanzan su fin - el Cielo - cumpliendo los Mandamientos, lo que Dios ha pensado y proyectado desde toda la eternidad para todos los hombres - ley eterna -. La voluntad de Dios se expresa y fundamenta en los Mandamientos de la Ley de Dios. La ley natural está escrita en el alma y en el corazón del ser humano pero a veces es dificil de conocer por eso Dios quiso esculpirlos y grabarlos en piedra en dos tablas para Moisés y su pueblo - fijos, seguros, inmovibles, universales e inmutables - para todos los tiempos, geografias e historias de este mundo. En la etapa del Nuevo Testamento Cristo no viene a abolir la Ley sino a perfeccionarla y darle plenitud. Al que pregunta " Maestro ¿ Qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna ? . Respuesta: " Si quieres entrar en la vida, guarda los Mandamientos ". " El que me ama guarda mis Mandamientos ". Los tres primeros Mandamientos se refieren a Dios y los otros siete al prójimo. Así enseña y interpreta Cristo los Mandamientos. " Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente " Este es le principal, el mayor y primero y el segundo es semejante a este " Amarás a tu prójimo como a ti mismo " . Estos dos Mandamientos resumen toda la Ley y los profetas y el Amor de Dios. Las criaturas irracionales cumplen inexorablemente la ley natural , pero el hombre es libre y puede no seguirla. El Dekálogo obliga a todos los hombres, si no se observa la ley divina, comete pecado, ofende a Dios y se hace daño a si mismo y a los demás. Rompe la maquinaria y todos puentes. Todo el Dekálogo tiene una unidad orgánica de tal forma que al romper una arco del puente ya no hay paso, transgredir un solo Mandamiento es como quebrantar toda la ley. El Dekálogo es la base y fundamento de todos los derechos y deberes del hombre con Dios y con el projimo. Es posible cumplir el Dekálogo porque nos da la fuerza el don Espíritu Santo y la gracia de Dios.Vamos a recordar el contenido de los Mandamientos para que nos ayude a conocerlos y vivirlos bién y por amor.
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