SPRICH    - W0RTEN  -  283

                                                                    " LEX  ORANDI   ( I )  " 

En nuestro  trabajo     de   "  EROTAPROKRISEIS  "    es decir,   de preguntas  y    respuestas   para conocer  las verdades  mas sabias y vitales   sobre la aventura de la vida humana,  ahora entramos  en  el apasionante  e inagotable   tema  de la oración  en este último  tramo   del  Catecismo   que se titula  " Lex  orandi  "   " Ley  de la oración  ". Nos atrevemos a   hacer algunas consideraciones   en  cuatro pinceladas  sobre  esta feliz  y  poderosa  norma   de vida  cristiana. La   oración  es tan antigua como el hombre, es como la respiración,   es como el pulso o latido   del corazón, es una  cosa normal, connatural  de cada hombre. Si  no tuvieramos  la oración   por  revelación,  por experiencia,  por  tradición  y herencia,    por  mandato  expreso   de Jesús  y  de la Iglesia,     por  necesidad   la inventaría  cada  ser humano.Es una reacción  del ser humano  -   creatura -  cuando descubre a su   Padre y Creador  y   por nuestra indigencia  es una relación   ontológica   de amistad  y de intimidad  con  Dios,  es hablar con  Dios  sin protocolos  y sin citas  de audiencia,  es una  relación  familiar  filial  y paterna,  no  todo  es Dios pero   Dios  está en todo  y  nos  espera y escucha  las peticiones  y súplicas  de  sus  hijos  -  los hombres  -.  El  mejor modelo  de la oración  es  la vida  del niño   en relación  con el padre y la madre  ¿  Qué hace el niño ?  .  Llora, patalea,  pide, llama,  juega,  habla, ríe, hace  travesuras,  se comunica  con los padres   y  los trata.  Esa  es la oración: hablar con Dios  que es nuestro  Padre  y Señor, a quién debemos todo, a quién  mostramos  reverencia  y agradecimiento, al que le  llevamos  todas nuestras  necesidades  y  pedimos perdón   por  nuestras travesuras  y  porque  no correspondemos  a su  amor   providente y misericordioso. Alguién  ha dicho   que   "   nunca   es mas grande  el hombre  que cuando  está de rodillas  "   significando  que orar  y rezar  es  una   obligación   seria,  ontológica  y necesaria  para  la vida  como aire  que se respira   y   para la salvación eterna,  al tiempo que nos eleva a la dignidad  de contertulios  con Dios, creador del universo  y fuente de todo  bién. Esta es la capacidad,  categoria y   dignidad   del ser  humano  poder   hablar  con  Dios  y  arreglarlo todo. Como presumen  los hombres y  colocan en su  "  curriculum   vitae "    las efemérides -  presencia, conversación,  favores,   convivencia  -  con personajes ilustres   de  este mundo  si tuvieron  ocasión  de vivirlas. ¿ Quién  nos gana  a nosotros ?  ¿  Donde  está la sangre azul ?  .  Si  somos hijos  de Dios,   si podemos hablar  con  Dios,  si somos herederos del Cielo. Dice   Santa Teresa  de Jesús  "  No hay hombre  mas poderoso  que el que reza "    y    añadfe    "  Nadie se condena, solo el que ha  dejado de rezar. Por  inanición  le faltó  el oxígeno  de la oración. Le  faltó  la    perseverancia, la  terquedad  y  la   tozudez    en la oración  como  enseña  Jesús.