SPRICH - WORTEN - 292
" LEX ORANDI ( IX ) "
Entre los enésimos e infinitos casos y ejemplos de la vida de oración - orar sin desfallecer y vida contemplativa - me acuerdo de aquel hombre bueno y lleno de fe - el repartidor de leche del pueblo - que rodos los dias con los cacharros de la leche antes del reparto se acercaba a la puerta de la Iglesia y rezaba así: " Jesús, aquí está Juan, el lechero, tu amigo " y comenzaba su trabajo o aquel otro labrador que todos los dias dejaba los instrumentos de trabajo a la puerta de la Iglesia, entraba y permanecía de rodillas un buén rato sin apartar los ojos del sagrario. Como llamaba tanto la atención alguién le preguntó: Eufrasio, ¿ tú que le dices al Señor ? . No le digo nada, yo le miro y el me mira " y se marchaba a las faenas del campo. Se entiende facilmente lo que es la vida de oración y el trato con Dios. ¡ Mira que tratamos cosas y a tanta gente en nuestra vida ! . Pero tratar a Dios la esencia y diferencia de la vida es abismal. Jesús reza y nos invita a rezar continuamente, es un gran honor y categoria hablar con Dios , si queremos hablar o tratar con cualquier personaje siempre tenemos que esperar, Dios no hace esperar. Recordamos una vez mas la invitación repetida e insistente de Jesús para entrar en la profundidad y novedad que descubrimos en cada rato de oración " Es preciso orar en todo momento y no desfallecer " . Hay mucho que resolver y necesidades que arreglar y dejarme añadir - sin la oración todo queda desarreglado - . Tenemos que rezar siempre, pero hay momentos mas pertinentes y adecuados que nos señala la pedagogia de la oración: al levantarse y al acostarse, oración de la mañana y al atardecer, antes y después de las comidas, la Liturgia de las horas, la Eucaristia dominical, visitas al Santísimo, después de comulgar, al empezar un trabajo sin olvidar que la Santa Misa es el mejor momento cumbre de la oración para alabar, dar gracias, pedir perdón por los pecados y poner en manos de Dios tantas y tantas necesidades propias y todas las necesidades del mundo entero. San Gregorio Nacianceno - Padre de la Iglesia Griega - en el siglo IV va mas allá en la euforia de la oración y se atreve a decir " Es necesario rezar mas que respirar ". Hablaremos de los infinitos modos de orar porque la oración personal es única e irrepetible y no se puede encorsetar a nadie, Dios quiere escuchar tu voz, tu timbre y tu sonido, le encanta al Señor escuchar latir y el amor de cada corazón como una tecla distinta del piano - teclas blancas y negras - sonidos naturales de las teclas blancas; - sostenidos y bemoles - de las teclas negras del único instrumento preferido de Dios: el hombre. Cuando el hombre reza pone armonia y música y afina el universo.
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