SPRICH -WORTE -526
"CORPUS PAULINUM" Nº.- 12
"EPISTOLE PROS ROMAIOUS - CARTA A LOS ROAMANOS "
" CONDUCTA CRISTIANA " " VIVIR SEGÚN LA CARIDAD "
Dice San Juan Pablo II: " El pecado es algo personal, es un acto libre de la persona individual, no precisamente de un grupo o una comunidad , en cada hombre no hay nada tan personal e intransferible como el mérito de la virtud o la responsabilidad de la culpa " . Pero también está la " comunion de los santos " con su doble manga: ley de elevación, toda alma que se eleva eleva al mundo y la ley del descenso, toda alma que se abaja, abaja al mundo. También está los " Carismas " " Jarisma " " Jaris " " Gracia " palabra introducida por San Pablo: en la Iglesia cada uno cumple su papel definido y coopera al bién general de todos, a la vez que busca su propio bién espiritual movidos por el Espíritu Santo. Hoy nos habla Pablo de los " Carismas " concedidos a algunas personas dentro del cuerpo de la Iglesia, pero el " Carisma de la caridad " es un don común y necesario a todos los cristianos, la caridad se manifiesta de formas muy diversas, pero siempre se distingue porque busca el bién y huye del mal y se ejerce con todos. Hemos de comprender a todos, hemos de vivir con todos, hemos de disculpar a todos, hemos de perdonar a todos....ahogar el mal en abundancia de bién....Pero oigamos otra profunda y sustancial lección de Pablo para nuestra vida cristiana: Os exhorto, por tanto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que ofrezcáis vuestros cuerpos como ofrenda viva, santa, agradable a Dios : éste es vuestro culto espiritual. Y no os amoldéis a este mundo, sino, por el contrario, transformaos con una renovación de la mente - metanoia - penitencia - para que podías discernir cual es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, agradable y perfecto. Porque, en virtud de la gracia que me fue dada, os digo a cada uno de vosotros que nos os estiméis en más de lo que conviene, sino que debéis teneros una sobria estima, según la medida de la fe que Dios ha otorgado a cada uno. Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros y no todos los miembros tienen la misma función, así en Cristo, que somos muchos, formamos en Cristo un solo cuerpo, siendo todos miembros los unos de los otros. Y tenemos dones diferentes conforme a la gracia que se nos ha dado: si se trata de profecía, que sea de acuerdo con la fe, y si se trata del ministerio, que sea sirviendo. Y si uno tiene que enseñar, que enseñe, y si tiene que exhortar, que exhorte. El que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con esmero; el que ejercita la misericordia, que lo haga con alegría. Que la caridad esté libre de hipocresía, abominando el mal, adhiriéndoos al bién; amándoos de corazón unos a otros con el amor fraterno, honrando cada uno a los otros más a que a si mismo: diligentes en el deber, fervorosos en el espíritu, servidores del Señor; alegres en la esperanza, pacientes en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo las necesidades de los santos, procurando practicar la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen; bendecidlos y no maldigáis. Alegraos con los que se alegran, llorad con los que lloran. Tened los mismos sentimientos los unos hacia los otros, sin dejaros llevar por pensamientos soberbios, sino acomodándoos a las cosas humildes. No os tengáis por sabios ante vosotros mismos. No devolváis a nadie mal por mal: buscad hacer el bién delante de todos los hombres. Si es posible, en lo está de vuestra parte, vivid en paz con todos los hombres. No os avergoncéis, queridísimos, sino dejad el castigo en manos de Dios, porque está escrito: Mia es la venganza, yo retribuiré lo merecido, dice el Señor. Por el contrario, si tu enemigo tuviese hambre, dale de comer; si tuviese sed, dale de beber; al hacer esto, amontonarás ascuas de fuego sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, al contrario, vence el mal con el bién. Nota bene: No es de extrañar que ésta sea la " Carta magna " del cristianismo y del amor a los demás. La novedad y esencia del cristianismo. No es posible escuchar mejor doctrina y lección para la convivencia y amor entre los hombres como este elocuente e insuperable discurso, ejemplo y testimonio de los primeros cristianos. Y como ramas silvestres no volvamos a " injertarnos " en el " viejo y buén olivo de la caridad y del amor " no hay nada nuevo que discurrir, ni alta meta que alcanzar ni progreso feliz que programar o prometer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.