lunes, 13 de marzo de 2023

                                                                SPRICH  - WORTEN   - 544

                                                           "  CORPUS PAULINUM "   Nº.-  12

                                   "EPISTOLE  PROS HEBRAIOUS  -  CARTA A LOS HEBREOS "

 " EJEMPLOS   DE FE  DE LOS PATRIARCAS,  DE   MOISÉS, DE LOS JUECES    Y  DE LOS PROFETAS " 

Habla   Pablo   de la   necesidad   e  importancia  de  la   fe  recordando el ejemplo    de los patriarcas,  de Moisés, de los jueces  y  de  los profetas. ¡ Majora  vidébitis !   "  Cosas  mayores  y  lo mejor  está  por venir  dentro   de la   promesa   de  la  fe "  pero  hasta  aquí   ésta  es  la sustancia, la esencia, el fundamento   de nuestra   fe   lo que nos  enseña el  evangelio,  pero  podemos soñar  y nos  quedaremos  cortos.  " Justi  ex fide viventes  "  " Los   justos  viven   de la fe "  " Los  cristianos   viven  de la fe  ".  Qué  sabia  y santa  definición   de  la fe  nos enseña  San  Pablo  "  Est autem fides  sperandarum sustancia  rerum,  argumentum  non apparentium " La fe es   fundamento  de las cosas  que se esperan,  prueba  de las que no se ven " . La  fe  es el comienzo   de la salvación   del hombre, sin la fe  es imposible agradar a Dios  y    llegar a  participar  en la condición   de  sus hijos, nadie  es justificado  sin ella,  y sin  fe    nadie  obtendrá la vida eterna. En el Antiguo Testamento  destaca  la fe  de Abrahan  y   la Virgen  María  en  el Nuevo  Testamento   es la realización más perfecta   y acabada    de  la fe. Pero  escuchemos  las lecciones   de  San Pablo:    La  fe es  fundamento   de las cosas que se esperan, prueba   de las que no  se ven. Por ella los antepasados  han recibido  un testimonio. Por la fe, sabemos  que el universo   fué formado  por la palabra  de Dios,    de modo  que  las cosas  visibles  llegaron  a la existencia   a partir     de lo invisible. Por  la fe, Abel ofreció  a Dios un sacrificio  mejor que el de Cain;  por ella  fué declarado  justo  al aceptar  Dios  sus ofrendas  y por  la fe,  aun después   de muerto, todavía habla. Por  la  fe, Henoc  fué arrebatado  para que   no viera   la muerte  y no se le encontró, porque Dios se lo había llevado: antes   de su tránsito    recibió el testimonio   de haber agradado a Dios. Sin fe,  en efecto,  es imposible agradarle, porque  el que se acerca  a Dios  debe  creer que  existe  y que premia  a quienes  le buscan. Por la fe, Noé  prevenido  por Dios  acerca   de lo que aun  no se veía,   construyó  con religiosos temor  una arca  para la salvación   de su familia  y por  esta fe  condenó  al mundo  y llegó a ser heredero   de la justicia  según la fe. Por la fe, Abrahan   obedeció  al ser llamado  para ir  al lugar  que iba  a recibir  en herencia,  y salió  sin saber  adonde  marchaba. Por la fe, peregrinó  por la tierra  prometida  como  en tierra extraña y  habitó  en tiendas, igual  que   harían Isaac  y Jacob, coherederos  de las mismas promesas;  porque esperaba  la ciudad   fundada  sobre cimientos, cuyo  arquitecto  y constructor   es Dios. Por la fe,  también  Sara, que era estéril, recibió  vigor  para concebir, aun  superada  ya la edad   oportuna, porque creyó  que era  digno de fe  el que  se lo  había prometido. De modo  que de uno solo, y ya decrépito, nacieron hijos  tan numerosos como las  estrellas   del cielo  e incontables  como las  arenas del   mar. En la fe,  murieron todos ellos, sin  haber  conseguido  las promesas, sino  viéndolas  a saludándolas   desde lejos,  y reconociendo  que eran peregrinos   y forasteros  en la tierra. Los que   hablaban así  manifestaban  que iban en busca    de una patria. Pues  si hubieran añorado  la tierra  de la que  habían salido,  habrían tenido  ocasión    de volver a ella. Pero  aspiraban  a una patria  mejor, es  decir,  a la celestial. Por eso, Dios  no se averguenza  de ser llamado  Dios suyo,  porque  les ha  preparado una ciudad. Por la fe, Abrahan, puesto a prueba, ofreció   a Isaac   y el que  había recibido las promesas  se dispuso  a ofrecer  a su único hijo  de quién  se le había  dicho:  En Isaac tendrás tu descendencia. Pensaba,  en efecto,  que Dios  es poderoso  incluso  para resucitar  de entre los muertos, Por eso  lo recobró  y fué como un símbolo.  Por la fe,  Isaac   dió la bendición  de los bienes  futuros  a Jacob y Esaú. Por  la fe,  Jacob, al morir, bendijo  a uno de los hijos   de José   y le adoró apoyado  sobre el extremo  de sus baston. Por  la fe, José, a punto  de morir, recordó  el éxodo  de los hijos  de Israel  y dió  disposiciones  sobre sus restos  mortales. Por la fe, Moisés, recién  nacido, fué   ocultado  durante  tres meses   por sus padres, porque  vieron  que el niño era hermoso  y no  temieron  el edicto  del  rey. Por la fe,  Moisés, ya adulto, se negó  a ser llamado  hijo   de la hija  del Faraón  y prefirió  verse maltratado  con el pueblo  de Dios que disfrutar  el goce  pasajero  del  pecado,   estimando  que    el oprobio  de Cristo  era  riqueza  mayor  que los tesoros  de Egipto. porque tenía  la mirada  puesta   en la recompensa . Por la fe, salió   de Egipto  sin temer  la cólera  del rey,  y se  mantuvo   firme  como quién  ve lo invisible. Por la fe,  cruzaron el Mar rojo   como si  fuera tierra  seca, mientras  que los  egipcios  que lo intentaron fueron  tragados  por las aguas. Por la fe, se derrumbaron los muros   de Jerico   después  der dar vueltas  alrededor  de ellos  durante  siete días. Por la fe, Rahab, la meretriz,  no pereció  con los incrédulos, por haber  acogido  en son de paz  a los exploradores. ¿ Qué más diré ? Me faltaría tiempo si tuviera   que hablar   de Gedeón, Barac, Sanson Jefté, David, Samuel  y  los profetas, que por  la fe  sometieron reinos, ejercieron justicia, alcanzaron las promesas, cerraron  bocas  de leones, apagaron  la violencia    del fuego,  escaparon   del filo   de la espada, se curaron   de sus enfermedades, fueron  valientes  en la guerra  y  abatieron  ejércitos extranjeros. Hubo  mujeres  que recuperaron resucitados   a sus muertos. algunos  fueron  torturados,  porque rehusaron  la liberación  para lograr  una resurrección   mejor. Otros  soportaron escarnios  y azotes   e incluso  cadenas  y cárcel.  Fueron  apedreados, aserrados, muertos  y espada, anduvieron  errantes  cubiertos  con pieles   de oveja  y de cabra,  necesitados, atribulados  y maltratados  - ¡ el  mundo no era digno de ellos  -  perdidos  por desiertos  y montes, por cuevas  y cavernas  de la tierra.  Y aunque  todos recibieron alabanza  por su fe, no obtuvieron  sin embargo  la promesa. Dios  había  previsto  algo mejor  para  nosotros, de forma  que ellos  no llegaron  a la perfección  sin nosotros. Nota   bene:   Esta  página    de  Pablo   sobre  la fe    deja corta  la  frase   que  escuchamos   siempre   sobre  el poder  y la fuerza    de la fe " La fe mueve montañas  "     y  más   que montañas   movió   y empujó al  Antiguo  pueblo   de Israel  y  ha  cambiado   y removido     los corazónes  del  Nuevo Pueblo   de Dios    para  creer en Él   hoy     como herederos   de  las promesas. 

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