SPRICH - WORTEN - 534
" CORPUS PAULINUM " Nº.- 2
"EPISTOLE PROS HEBRAIOUS - CARTA A LOS HEBREOS "
" NECESIDAD DE MANTENER LA FE "
Pablo nos amonesta y anima a mantener la fe, una vida iluminada por Jesucristo que es la " Luz del mundo ". De esta luz o antorcha depende el comportamiento personal de cada uno y el nivel de vida de la sociedad. Nos recuerda el profeta Isaías " ¡ Ay de los que llaman al mal bién y al bién mal ! al faltar la luz del alma - la fe - logicamente de la luz hacen tinieblas y de las tinieblas luz, truecan lo amargo por dulce y lo dulce por amargo. Cuando un ojo está sano ve las cosas tal como son, si está enfermo ve deformado el propio sujeto y el objeto, sufre las consecuencias el mismo y ocasiona perjuicios y molestias en los demás. Dice la Escritura " Como los ojos son antorcha de tu cuerpo, así la fe es luz y antorcha de tu alma ". Para llevar a cabo la salvación de los hombres, convenía que el Verbo de Dios asumiese la naturaleza humana. Al encarnarse y poder sufrir y morir, poseía la capacidad absoluta para ser el representante de sus hermanos los hombres, se ofreció a sí mismo como expiación, como sacrificio de reparación y de satisfacción por los pecados de toda la humanidad. Pero consideremos atentos las lecciones de Pablo: Es preciso, por tanto, que tengamos muy presente cuanto hemos oído, no vaya a ser que nos desviemos del camino. Porque si la palabra anunciada por medio de ángeles alcanzó tal fuerza que toda trasgresión y desobediencia recibió justa pena , ¿ Cómo escaparemos nosotros del castigo, si descuidamos tan gran salvación ? ésta, que se inició con el anuncio del Señor, nos fué confirmada por quienes la habían oído y también nos fué garantizada por Dios con señales y dones del Espíritu Santo, distribuidos según su voluntad. Porque Dios no sometió a los ángeles el mundo futuro del que hablamos. Por eso, se afirmó en cierto lugar de este modo: ¿ Qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que te ocupes de él ? . Le has hecho sólo un poco inferior a los ángeles y le has coronado de gloria y honor. Todo lo has puesto bajo sus piés. Al someter todo al hombre no dejó nada sin someterle. Sin embargo, ahora no vemos que todo le esté ya sometido.. En cambio, a aquel que fué hecho por un momento inferior a los ángeles, a Jesus, le vemos coronado de gloria y honor a causa de la muerte padecida. De modo que, por gracia de Dios, experimentó la muerte en beneficio de todos. Porque convenía que Aquel para quién y por quién son todas las cosas, habiéndose propuesto llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase mediánte los sufrimientos al que iba a llevarlos a la salvación. Porque quién santifica y quienes son santificados vienen de uno solo; por eso no se avergüenza de llamarnos hermanos y dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos y en medio de la Iglesia te alabaré. Dice también: Yo pondré en él mi confianza. Y de nuevo: Aquí estamos, yo y los hijos que Dios me dió. Porque así como los hijos comparten la sangre y la carne, también él participó de ellas, para destruir con la muerte al que tenía el poder de la muerte, es decir, al diablo y liberar así a todos los que con el miedo a la muerte estaban toda su vida sujetos a la esclavitud. Porque es seguro que él no asumió a los ángeles sino al linaje de Abrahan. Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, a fin de ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en las cosas que se refieren a Dios, para expiar los pecados del pueblo. Por haber sido puesto a prueba en los padecimientos, es capaz de ayudar a los que también son sometidos a prueba. Nota bene: Ahora con el ejemplo de Cristo, siendo hechos hermanos por el Bautismo como partícipes del sacerdocio de Cristo, disfrutamos de una nueva vida que es capaz de quitarle el aguijón no sólo a la muerte sino también - a los padecimientos y pruebas de esta vida - para identificarse y sumarse al sacrificio de Cristo de expiación, reparación y satisfacción por los propios pecados y por los pecados de toda la humanidad. Con Cristo podemos aprovechar y ofrecer - valorizar la otra parte de la moneda de la vida - que son los padecimientos, dolores y sufrimientos como ofrenda agradable a Dios. " Per crucem, ad lucem; `per aspera, ad astra " . Por la cruz y dolor a la luz eterna del Cielo, por los caminos duros y dificiles, subir a lo más alto, a los astros y al Cielo. Dicen los italianos: " In paradiso non si va in carroza " " Al Cielo no se va en coche cama " .
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