SPRICH   -   WORTEN   -  302

                                                             " LEX  ORANDI  ( XVIII ) "

En  nuestro recorrido    por la   "  Lex   orandi    "   que   remata  con   la exposición     de la doctrina   cristiana   sobre la oración  estamos  ya   analizando   la oración   por  excelencia   el  " Pater noster  "   y  nos   disponemos  a  considerar  la   penúltima  o   6ª   petición  de  esta  "  Oración dominical "    que reza  así  " Et  ne nos  inducas in tentationem  "   "  No nos dejes  caer  -  entrar -   en la tentación " . No  es malo  tener tentaciones,  Jesús  sufrió  la tentación.  Pedimos  a Dios  que no nos deje   "  caer en la tentación "    pero  el verbo   el original  griego   va mas  alla   "  me  eiselthete  eis  peirasmon  "  "  No  entren  hacia dentro  en la prueba -  tentación - " " No  permitas  entrar en  "  " No nos dejes sucumbir a la tentación  "  Quiere  separar  el " ser   tentado  "    y  "  consentir la tentación  ".  Todos los pecados son frutos  del consentimiento a la tentación. Ya  pecamos antes  en nuestro corazón  y en  nuestra  alma. La  gracia  recibida en el Bautismo  y aumentada  por nuestras obras meritorias  está siempre amenazada  por el pecado. El  diablo  aprovecha   todas las ocasiones,  necesidades, debilidades  y tendencias  de la naturaleza humana  para asaltar y acechar, intenta sacar partido en cualquier situación. Arquetipo   de la tentación,  Jesús  despues de   cuarenta dias   de   ayuno - sintió  logicamente  hambre -    por  esa  puerta intenta  entrar  Satanás  " Oye,  tanta  piedra  en el desierto, dile, que se conviertan en pan ".  El  ayuno  y la oración  iluminan  y fortalecen  con esta  clara y contundente  respuesta  " Non  in solo pane....."   no  solo de   pan  vive  el hombre  -   hay  mas elementos   e ingredientes  -  la Palabra  de  Dios  que  es vida. Nos  cuenta  San  Francisco de Sales  " El demonio anda alrededor  de nuestra alma, acechando  y revolviendo  para ver  si halla alguna puerta  abierta ". Si Jesús  venció las tentaciones  nosotros  con su ayuda y su gracia  podemos salir victoriosos  - aúnque  heridos  -   en estas  guerrillas,  siempre  contamos con las gracias suficientes  para vencerla. Esta  " Peirasmon "   prueba  o tentación    nos hace crecer en el bién y en el amor.  Nos  aporta  San Juan  Crisóstomo   " El  fuego  no perjudica al oro -  lo acrisola  -    ni la tribulación  a alma  generosa  y enamorada  -  la purifica  - . No  entrar en  el juego  de  la tentación  implica  una decisión del corazón  " Porque no se puede servir a dos señores  "  " Donde está tu tesoro, alli estárá también tu corazón  ". Implica  atención  y vigilancia,  discernimiento   y  fortaleza  y  también  vinculamos  en esta   petición  la  gracia grande    de  la  "  perseverancia final  " . No oramos para que no   seamos tentados   sino  para que no entremos   en la tentación. No hay  persona  ni  lugar ni tiempo donde no haya tentaciones. No  hay   tentación superior a la medida  humana, Dios no permite que seamos tentados  por encima de nuestras fuerzas. Termina  Santo Tomas   con este broche  de oro  "   Sars  asthenes  "   "  la carne  es debil   "    y nos empuja  a los  gozos  momentáneos   de la vida presente, pero  la  fe y la oración  nos advierten  que  -  si los buscamos desordenadamente  -   perdemos los gozos eternos. La  tentación  tiene  su  utilidad    es un medio  de  mostrar nuestro amor a Dios  y  un medio  para crecer en la virtud.