SPRICH - WORTEN - 334
" PRAXEIS TON APOSTOLON " Nº.- 27
" PREDICACIÓN DE FELIPE EN SAMARÍA "
San Lucas en el capítulo 8 de los Hechos en las primeras lineas nos dibuja claramente el cambio de rumbo de la Iglesia, en cuatro lineas nos abre nuevos horizontes: Con la muerte de Esteban se desató aquel dia una gran persecución contra la Iglesia de Jerusalén - los judios no digerían la predicación y doctrina de los Apóstoles - y todos excepto los Apóstoles se dispersarón por la regiones de Judea y Samaría, Siria y hacia la isla de Chipre, por el sur y por el norte de Jerusalén. Mientras unos varones piadosos enterraron a Esteban. Por su parte Saulo hacía estragos contra la Iglesia, iba de casa en casa, apresaba a los hombres y las mujeres y los metía en la carcel. Los judeocristianos que se habían dispersado iban de un lugar a otro anunciando el Evangelio. No disminuye la Iglesia por las persecuciones, al contrario aumenta y se dilata. Comenta San León Magno " El campo del Señor se viste con una cosecha mas rica, cuando los granos que caen mueren en el surco, nacen multiplicados ". Mas tarde enseñará el Apologista Tertuliano de Cartago " Sanguis martyrum, semen christianorum " " La sangre de los martires, semilla de cristianos ." Los " Hechos de los apóstoles " nos informan de que Samaría fué uno de los países en que los discípulos predicaron con mas fruto el Evangelio. Se cumple la promesa de Jesús " Sereis mis testigos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra " Otro diacono Felipe se distinguió en Samaría entre los demas por sus numerosos milagros y signos y por el éxito de su predicación. Grandes conversiones, luego veremos, como la de Simón Mago , eran tantos los convertidos que Pedro y Juan que habían quedado en Jerusalén acordaron ir a Samaría para imponer las manos y dar el Espíritu santo a los nuevos convertidos. La muchedumbre atendia unánime a lo que decia Felipe, al oir y ver que - lo mismo que Pedro, Juán, Esteban - estaban llenos del Espíritu Santo, hacía milagros y signos, salían los espíritus impuros con grandes voces y muchos paralíticos y cojos eran curados. Hubo una gran alegría en aquella ciudad por el anuncio del Evangelio de Jesús resucitado y por su aceptación. Los Apostoles que habían quedado en la Iglesia naciente de Jerusalén - al saber el éxito de Felipe - les enviaron a Pedro y a Juan, nada mas llegar rezarón por todos los conversos para que recibieran el Espíritu Santo porque cuando le preguntaron " Si, ¿ Spiritum Sanctum accepistis.......? ¿ Habeis recibido el Espíritu Santo ?. Contestaron " Sed neque, si Spiritum Sanctum est, audivimus " Ni si quiera, hemos oido hablar del Espíritu Santo " solo estaban bautizados en el nombre de Señor Jesús, entonces Pedro y Juan les impusieron las manos y recibían el Espíritu Santo. La tradición católica ha querido ver en estas palabras y gestos una primera celebración de la Confirmación " Los apóstoles comunicaban a los neófitos, mediante la imposición de las manos, el don del Espíritu Santo que completaba la primera gracia bautismal y perpetuaba en la Iglesia la gracia del Pentecostés que se recibe en el Sacramento de la " Crismación " o " Confirmación ".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.