SPRICH - WORTEN - 377
" PRAXEIS TON APOSTOLON " N.-º 69
" PRIMER DISCURSO - DEFENSA PERSONAL - DE SAN PABLO ANTE EL PUEBLO "
Antes de acabar el relato de los " Hechos de los Apóstoles " vamos a escuchar tres bonitos y elocuentes discursos de San Pablo como defensa personal demostrando que el cristianismo no merece la hostilidad judia ni el recelo romano, son discursos de " parrehsia " de exhortación, de enseñanza, son un llamamiento a los oyentes para que escuchen y obedezcan a la palabra del Señor. El primer discurso ante el pueblo, el segundo ante el Sanedrin y el tercero ante Herodes Agripa II. En el primer discurso ante el pueblo San Pablo pide la palabra al tribuno que le concedió el permiso: " Hermanos y padres, escuchad la defensa que hago ahora ante vosotros. Al oir que les hablaba en lengua hebrea guardaron mayor silencio y dijo: Yo soy judio nacido en Tarso de Cilicia - sur este de Asia Menor - educado en esta ciudad e instruido a los piés Gamaliel según la observancia de la ley patria y estoy lleno del celo de Dios como lo estais vosotros en el dia de hoy.Yo perseguí a muerte este Camino - la predicación del evangelio - encadenando y encarcelando a hombres y mujeres como lo puede atestiguar el sumo sacerdote y todo el Sanedrín.De ellos recibí cartas y órdenes para los hermanos y me encaminé a Damasco para traer aherrojados a Jerusalén a quienes allí hubiera con el fin de castigarlos. Pero cuando iba de camino, cerca ya de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo, caí al suelo y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo ¿ Por qué me persigues ? . Yo respondí: ¿ Quién eres , Señor ?. Y me contestó: " Yo soy Jesús Nazareno , a quién tu persigues .. Los que estaban conmigo vieron la luz, pero no oyeron la voz del que del que me hablaba. Yo dije: ¿ Que tengo que hacer. Señor ? . Y el Señor me respondió: Levántate y entra en Damasco, alli se te dirá lo que debes hacer. Como yo no veía a causa del resplandor de aquella luz, tuve que entrar de Damasco conducido de la mano de mis acompañantes. Ananaias, un varón piadoso según la ley y acreditado por todos los judios que allí vivían, vino y de pié delante de mi, me dijo: Saulo, hermano, recobra tu vista. Y en el mismo instante le pude ver. El me dijo: El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conocieras su voluntad, vieras al Justo y oyeras la voz de su boca, porque serás su testigo ante todos los hombres de los que has visto y oido. Ahora ¿ Qué esperas ? . Levántate y la va tus pecados, invocando su nombre. Vuelto a Jerusalén, me encontraba orando en el Templo cuando tuve un éxtasis y le ví a él que me decía : Apresúrate y sal enseguida de Jerusalén porque no recibirán tu testimonio sobre mi. Yo contesté: Señor, ellos saben que yo iba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en tí; y cuando se vertió la sangre de tu testigo Esteban, yo estaba presente, lo consentía y animaba a los lapidarios y guardaba los vestidos de los que lo mataban. Y me dijo: Vete, porque yo te enviaré lejos a los gentiles. Por lo que nos enseña San Lucas en los " Hechos de los apóstoles " sabemos que San Pablo fué el apóstol de los gentiles.
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