SPRICH - WORTEN - 381
"PRAXEIS TON APOSTOLON " Nº.- 72
" PROCESO DE SAN PABLO EN CESAREA ANTE EL PROCURADOR ROMANO FELIX "
Estando ya Pablo preso en Cesarea , a los cinco dias bajó el sumo sacerdote Ananias desde Jerusalén con algunos ancianos y un tal Tértulo que era abogado y presentaron ante el gobernador una acusación contra Pablo. Tértulo comenzó la acusación diciendo: La gran paz que por ti gozamos y las mejoras realizadas en favor de esta nación por tus cuidados, las hemos recibido, excelentísimo Claudio Felix, siempre y en todo lugar con todo agradecimiento. Y para no cansarte mas tiempo, te ruego que nos escuches brevemente con tu acostumbrada clemencia. .Hemos encontrado a esta peste de hombre que provoca alborotos entre todos los judios de la tierra y que es el jefe principal de la secta de los nazarenos. Ha intentado también profanar el Templo pero lo apresamos. Al interrogarle podrás conocer por ti mismo todo de lo que le acusamos. Se sumarón a la acusación un bando de judios que era realmente así. Al concederle la palabra el gobernador , respondió Pablo: Sé que desde hace muchos años que eres juez de esta nación.Por eso voy hablar en mi defensa con toda confianza. Puedes comprobar que no hace mas que doce dias que subí a Jerusalén para adorar a Dios y ni en el templo me han encontrado discutiendo con nadie ni alborotando a la gente en las sinagogas o por la ciudad. Tampoco pueden probarte las cosas de las que ahora me acusan. Confieso en cambio, ante tí que sirvo al Dios de mis padres según el Camino - el evangelio - que ellos llaman secta, creyendo todo lo que dic e la ley y está escrito en los profetas y tengo en Dios la esperanza que ellos mismos tienen y que habrá una resurrección tanto de justos como de pecadores. Me esfuerzo por eso yo también en conservar siempre una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. Despúes de muchos años he venido para traer limosnas a los de mi nación y a presentar ofrendas. En estas circunstancias me encontraron en el Templo, sin aglomeraciones ni alboroto. Ciertos judios de Asia son los que deberían presentarse ante tí y acusarme si tienen algo contra mí, o si no, que digan estos qué delito encontraron en mí cuando comparecí ante el sanedrín, a no ser sólo la afirmación que pronuncié cuando estaba en medio de ellos: que soy juzgado hoy por vosotros a causa de la resurrección de los muertos. Felix, buén conocedor de lo referente al Camino - Evangelio - les dió largas. Cuando baje el tribuno Lisias me ocuparé de vuestro asunto. Y ordenó al centurión que custodiase a Pablo, que le permitiera alguna libertad y no le impidiera a ninguno de sus amigos o hermanos que le asistieran.
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