SPRICH - WORTEN - 404
" CORPUS PAULINUM " N.-13."
" SEGUNDA CARTA - PROS TESALONIKEIS - A LOS TESALONICENSES.. "
" EL JUICIO DE DIOS "
Antes de entrar en el cuerpo de la Segunda carta a los Tesalonicenses me gusta colocar una chiquita noticia básica de la doctrina cristiana: El Señor es justo y retribuirá a cada uno según sus obras. Obras, pensamientos, deseos, intenciones y mas profundidades del alma y del corazón. Va a fregar y a limpiar bién de verdad. Todas las heridas del corazón y del alma. La realidad de la sentencia o del castigo no es el primer motivo para ser fieles a Dios - debe serlo el amor -, pero tampoco ha de olvidarse que quién se aparta voluntariamente de Dios mediante el pecado mortal y muere sin arrepentirse permanecerá eternamente separado de Dios. Es verdad Dios es Padre infinitamente bueno, misericordioso y siempre dispuesto al perdón pero no olvidemos que es infinitamente justo y nos pone el " salto " muy alto la santidad personal. No olvidemos que en este mundo está el deseo de la " Dolce vita " pero también está el " Infierno " ¡ Si todavía no hemos hecho carrerilla para saltar ! . Empieza el protocolo de la carta con un saludo de Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de Tesalónica, en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: la gracia y la paz estén con vosotros de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo - la paz y la gracia son antagónicas del pecado -. Debemos dar gracias a Dios en todo momento por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe crece de modo extraordinario y rebosa la caridad de unos con otros, hasta el punto de que nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra paciencia y fe en todas las persecuciones y tribulaciones que soportais. ¡ El fruto y éxito del alumno pone de manifiesto el buén trabajo del maestro ! . Seguimos la carta " Ad litteram ": Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que sois estimados dignos del Reino de Dios, por el que ahora padeceis ¡ Dios nos ha introducido en este reino eterno mediante el sufrimiento !. En efecto, a los ojos de Dios es justo castigar con aflición a quienes os afligen y persiguen y a vosotros que ahora sois atribulados, premiaros con el descanso en compañia nuestra, cuando el Señor Jesús se manifieste desde el Cielo con los ángles de su poder - Parousia - en medio de llamas de fuego y tome venganza de los que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos serán castigados con una pena eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando él venga aquel dia para ser glorificado en sus santos y para mostrarse admirable en todos los que creyeron - pués vosotros habeis creido nuestro testimonio - sentencia final y suerte dispar inapelable -. Por eso también oramos en todo momento por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de su vocación, y con su poder haga realidad todos vuestros deseos de hacer el bién y de practicar la fe, para que así el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de Jesucristo, nuestro Dios y Señor. El tema central de la carta gira en torno al momento de la segunda venida del Señor - Parousia - . Les anima a pensar en medio de los sufrimientos y tribulaciones que padecen a poner el pensamiento en la esperanza de la " Parousia " que es un ingrediente fundamental y principal de la vida humana. Vale la pena repetirlo aúnque parece paradójica y lejana al final de lo tiempos la " Parousía " pero para todos los hombres está a la vuelta de la esquina en el momento de nuestra muerte, donde se descifrará la existencia de cada uno. Nos amonesta San Pablo para que llevemos ya desde ahora una vida sobria, justa, santa y digna de Dios para paliar y endulzar la sentencia del juicio de Dios en la " Parousia final ".
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