SPRICH - WORTEN - 399
" CORPUS PAULINUM " Nº.- 9
" PRIMERA CARTA - PROS TESSALONIKEIS - A LOS TESALONICENSES "
" PROGRESO EN LA VIDA CRISTIANA, SANTIDAD Y PUREZA"
El apostol llama a progresar continuamente en el camino hacia la santidad - grabar a fuego en el alma de cada cristiano la llamada a la santidad que Jesucristo hace todos los hombres sin excepción , cultivar la vida interior y ejercitar diariamente las virtudes cristianas - . Por lo demás, hermanos, os rogamos y os exhortamos en el Señor Jesús a que, conforme aprendisteis de nosotros sobre el modo de comportaros y de agradar al Señor, y tal como ya estais haciendo, progreseis cada vez mas. Pués conoceis los preceptos que os dimos de parte del Señor Jesús. Porque esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación; que os abstengais de la fornicación que cada uno sepa guardar su cuerpo santamente y con honor, sin dejarse dominar por la concupiscencia, como los gentiles, que no conocen a Dios, En este asunto, que nadie abuse ni engañe a su hermano, pués el Señor toma venganza de todas las cosas, como ya os advertimos y aseguramos; porque Dios no nos llamó a la impureza, sino a la santidad. Por tanto, el que menosprecie esto no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que además os concede el don del Espíritu Santo. La santidad requiere pureza. La impureza derrumba todo el castillo, dice el axioma latino " Bonum, ex integra causa, malum ex quocumque defectu " . La santidad exige todas las virtudes y la impureza aniquila todas las virtudes. La impureza disipa el amor y la gracia de Dios en nuestra alma. En cuanto al amor fraterno, no teneis necesidad de que os escriba, pués vosotros mismos habeis sido instruidos por Dios para que os ameis los unos a los otros y en efecto, así lo estais poniendo por obra con todos los hermanos en toda Macedonia. Pero os encarecemos , hermanos, a que progreseis mas ya que os esmereis en vivir con serenidad, ocupándoos de vuestros asuntos y trabajando con vuestras manos, como os lo ordenamos, de modo que os comporteis honradamente ante los de fuera y no necesiteis de nadie. San Pablo vuelve a insistir en la necesidad de trabajar digna y honradamente, ejercitando todas las virtudes para santificar nuestro trabajo, es el mandato primero de Dios " Deus creavit hominem ut operaretur " " Dios creó el hombre para trabajar " . Si se falla en este precepto - quocumque defectu - solo por este defecto, se derrumba todo el hermoso y divino plan de salvación de Dios. Nos recuerda el antiguo documento de la " Didache " " Cada uno trabaje en su oficio y que se alimente de modo que no haya entre vosotros ningún cristiano ocioso " . San Pablo es todavia mas duro: El que no trabaja que no coma.
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