sábado, 28 de enero de 2023

                                                          SPRICH    -WORTEN -   461

                                                        " CORPUS PAULINUM   "  Nº.-  5

                                    " ESPISTOLE  PROS GÁLATAS   "  A LOS GÁLATAS " 

                                                       "  LIBERTAD CRISTIANA " 

 En   nombre  de   la libertad   hoy   se levantan muchas banderas  y  yo  quiero  apuntar  algo  sobre  la libertad  antes de escuchar a  Pablo   recogiendo  un  número  del Catecismo    de la  Iglesia:  La libertad  es el poder  dado por Dios al hombre  de obrar   o no obrar,  de hacer esto  o aquello, de ejecutar  de este modo  por si  mismo acciones    deliberadas. La libertad  es la característica   de los actos  propiamente  humanos. Cuanto más  se hace el bién, más libre  se va haciendo   el hombre. La libertad alcanza su perfección  cuando  está ordenada  a Dios, Bién  supremo  y  Bienaventuranza  nuestra. La libertad  implica  también  la posibilidad   de elegir entre el bién y el mal. La elección del mal - libertinaje  -  es un abuso   de la libertad, que  conduce  a la  esclavitud  del pecado. Seguimos  la lección   de Pablo:  Para esta libertad  Cristo  nos ha  liberado. Manteneos, por eso,  firmes y no   os dejéis  sujetar  de nuevo  bajo el yugo   de la servidumbre. Mirad:  yo, Pablo,  os digo  que, si os circuncidáis, Cristo  no os servirá  de nada. Y  lo vuelvo  a atestiguar  a todo hombre  que se circuncida: queda obligado  a cumplir toda la Ley. Os  habéis  separado   de Cristo  los que  buscáis  la justicia  en la Ley;  os habéis   apartado de la gracia. Pués  nosotros, por el Espíritu, anhelamos  a partir  de la fe  el fruto  de la justicia. Porque  en Cristo Jesús  no tienen  valor  ni la circuncisión  ni la falta   de circuncisión, sino  la fe que  actúa por la caridad. Estabais   corriendo bién. ¿  Quién os ha impedido  obedecer la verdad ?. Esa  persuasión  no procede  del que os llamó. Un poco  de levadura  hace fermentar la masa. Yo confío en vosotros en el Señor  que no  tendréis  otro sentir. El que  os desconcierta, sea quién sea,  recibirá  el castigo  merecido. En cuanto a mí, hermanos,  si predico  aún la circuncisión ¿ Por qué me persiguen  todavía ? . Entonces   habría  desparecido  el escándalo  de la cruz. ¡ Ojalá  se  mutilaran  los que os inquietan ! . Porque vosotros, hermanos,  fuisteis  llamados  a  la libertad. Pero que esta   libertad  no sea pretexto  para la carne,  sino  servíos  unos a otros  por amor. Pués  toda la Ley  se  resume  en este  único precepto: Amarás  a tu projimo  como a tí mismo.Y si  os mordéis  y os  devoráis  unos a otros, mirad  que  acabaréis por destruiros. Y os digo: caminad  en el Espíritu  y  no  deis  satisfacción  a la concupiscencia  de la carne. Porque la carne  tiene  deseos  contrarios  al espíritu  y el espíritu tiene deseos  contrarios  a la carne,  porque ambos  se oponen  entre sí, de modo que  no podéis  hacer  lo que os  gustaría. Si os dejáis   conducir por el Espíritu, no estás  sujetos a la Ley. Ahora  bién,  están claras cuales son  las obras  de la carne:  la fornicación, la  idolatría, la impureza,  la lujuria, las enemistades,  los pleitos, los celos, las iras, las riñas, las discusiones, las  divisiones,  las envidias,  las  embriagueces, las orgías  y cosas semejantes. Sobre ellas os prevengo, como ya os he dicho, que los que  hacen esas cosas  no heredarán  el Reino  de  Dios .En cambio,  los frutos  del Espíritu son :  la caridad,  el gozo,  la  paz,  la longanimidad,  la benignidad,  la bondad,  la fe, la  mansedumbre,  la continencia. Contra  estos  fruto  no hay ley. Los  que  son de Jesucristo  han  crucificado  su carne  con sus pasiones  y  concupiscencias. Si vivimos  por el Espíritu, caminemos  también  según el Espíritu. No seamos  ambiciosos  de vanagloria, provocándonos   unos a otros, envidiosos   recíprocamente. Nota bene:  Los  Gálatas ya evangelizados  por Pablo  y sus discípulos  siguieron   a otros profetas  y predicadores   judaizantes  que se oponían  a la predicación  del evangelio de Cristo  que  predicaba Pablo. Los judaizantes  exigían la vinculación  viva  a la tradición  del Antiguo Testamento   y el cumplimiento  de la Ley de Moises  y el rito de la circuncisión. Cuando  una persona  deja actuar en su alma  al Espíritu Santo, su vida  se transforma  en una vida  "  según el   Espíritu ", en una vida  sobrenatural, en una vida cristiana, que ya nos es  simplemente  humana  sino divina.

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