SPRICH - WORTEN - 447
" CORPUS PAULINUM " N º.- 11
"SEGUNDA CARTA - PROS KORINTHIUOS - A LOS CORINTIOS "
" LA COLECTA EN FAVOR DE LOS FIELES DE JERUSALÉN "
La " colecta " del verbo latino " Colligare " = atar, reunir, juntar . Lo que cada uno como limosna podía aportar generosamente para ayudar - óbolo, diezmos y primicias - a la Iglesia. Era una norma y costumbre cristiana enseñada iniciada por Pablo en todas sus primeras comunidades para ayudar a las comunidades mas pobres. próximas y también lejanas, como la madre y principal Iglesia de Jerusalen - centro cristiano por antonomasia - además de ayudarles a vivir la virtud de la unidad, de la caridad y de la generosidad. Se ve que Pablo logicamente junto con sus hermanos colaboradores y misioneros llevaba con transparencia la logística y economía de sus recientes fundaciones o iglesias " Dios ama al que da con alegría " " Dios alaba al hombre alegre y dadivoso " . En la carta les pone el ejemplo de los macedonios que eran menos pudientes y mas pobres, sin embargo fueron espléndidos en la limosna. Si no podeis entender que la pobreza enriquece, pensad en Jesucristo. En la limosna cuenta más la disposición interior o intención que la cantidad. La pobre viuda del Evangelio en el Gazofilacio del templo Jerusalén con dos minúsculas monedas echó mas que nadie porque era todo lo que tenía para vivir. Pedagogia de San Agustín: " Si extiendes la mano para dar, pero no tienes misericordia en el corazón, no has hecho nada; en cambio, si tienes misericordia en el corazón, aún cuando no tuvieses nada que dar con tu mano, Dios acepta tu limosna ". Seguimos con el capítulo octavo de la carta: Os hacemos saber, hermanos, la gracia de Dios concedida a las iglesias de Macedonia. En medio de una tribulación con que han sido probados, su rebosante gozo y su extrema pobreza desbordaron en tesoros de generosidad; porque doy testimonio de que según sus posibilidades y aun por encima de ellas, espontáneamente nos pidieron con mucha insistencia la gracia de participar - colaborar - en el servicio a favor de los santos. Y no solo como esperábamos, sino que se dieron a si mismos,. primeramente al Señor y luego, por voluntad de Dios, a nosotros. De manera que rogamos a Tito que, según había comenzado, así llevase a cabo esta gracia también entre vosotros. Y así como teneis abundancia de todo - de fe, de palabra , de ciencia, de todo desvelo y de la caridad que os hemos comunicado - sed también abundantes en esta gracia. No lo digo como una orden, sino que, mediante el desvelo por otros, quiero probar también la autenticidad de vuestra caridad. Porque conocéis la gracia de nuestro señor Jesucristo, que, siendo rico, se hizo pobre por vosotros, para que vosotros seáis ricos por su pobreza. Y en esto os doy un consejo, porque es lo que os conviene: pùesto que desde el año pasado habéis sido los `primeros no sólo en realizar esto, sino también en desearlo. Así que ahora llevadlo a cabo de modo que, la misma buena disposición que tuvistéis para desearlo, la tengáis también para ponerlo en práctica, con arreglo a vuestras posibilidades. Porque el que tiene buena disposición se le acepta lo que tiene, sin importar lo que no tiene. .Pués no se trata de que para otros haya desahogo y para vosotros apuros, sino de que, según las normas de la igualdad, vuestra abundancia remedie ahora su necesidad, para que la abundancia de ellos pueda remediar vuestra necesidad, a fin de que haya equidad, según está escrito: El que mucho recogió no tuvo de más; y el que recogió poco no tuvo de menos. Gracias sean dadas a Dios, que puso en el corazón de Tito el mismo desvelo por vosotros, porque no solo acogió mi ruego, sino que con gran interés, por propia iniciativa partió hacia vosotros. Y con él enviamos al hermano, cuya alabanza por la predicación del Evangelio se extiende a todas las iglesias; y no sólo esto, sino que además fué designado por las iglesias como nuestro compañero de viaje en esta obra de gracia, administrada por nosotros para la gloria del mismo Señor y para manifestar nuestra buena disposición, evitando así que nadie nos desacredite con motivo de esta copiosa cantidad que administramos. Porque procuramos hacer el bién, no solo ante Dios, sino también ante los hombres. Enviamos con ellos a nuestro hermano, cuyo interés con frecuencia hemos puesto a prueba en muchos asuntos, interés que ahora es mayor por la gran confianza que tiene en vosotros. Por lo que se refiere a Tito, es mi compañero y colaborador en favor vuestro; en cuanto a los demás hermanos, son enviados de las iglesias, gloria de Cristo. Mostrad, por tanto, vuestra caridad y los motivos de nuestro orgullo por vosotros ante ellos y ante las iglesias.
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