viernes, 6 de enero de 2023

                                                                     SPRICH   -  WORTEN   -  431

                                                                    "CORPUS PAULINUM  " Nº.-  22

                          " PRIMERA   CARTA   - PROS  - KORINTHIOUS   - A LOS CORINTIOS "

                                   " PROFECÍA, DON  DE LNEGUAS  E INTERPRETACIÓN  " 

En  la Iglesia  - Pueblo  de Dios  -    vivificada   por el  Espíritu Santo  todos los miembros  bautizados  participan  de la misión  profética,  sacerdotal  y real   de  Cristo. Esta  es la  " quiddidad  "  o esencia  y  dignidad  del cristiano. El Carisma, gracia o don  de profecía  hace referencia  a la facultad  de hablar  por impulso  y  moción del Espíritu  Santo  y en nombre   de Dios  para  consuelo  -  fe, esperanza y amor   -   y edificación    del   pueblo  de Dios, no incluye necesariamente el anuncio  de cosas futuras."  Profecía  " =  predecir,  decir  cosas antes   de que sucedan,  adivinar el futuro   del  verbo  griego  " Pro-femi "  =  decir antes. El  carisma,  don  de lenguas  o glosolalia  es la facultad    sobrenatural   de  hablar, orar o cantar  las alabanzas  -  mirabilia   Dei  -  y  maravillas     de Dios   con entusiasmo  y unción, mediante palabras desconocidas  que con  frecuencia necesitan la intervención  de un interprete." Glosolalia  " =   hablar lenguas    del griego  " Glossa " =   lengua  y del  verbo " laleo " =  hablar, conversar. Seguimos  deleitándonos   con   la  " doxokalia "  o   doctrina   hermosa  de   San Pablo:  Esforzaos  por alcanzar  la caridad. Aspirad  también  a los dones espirituales, especialmente la  de profecia. Porque  el que habla  en lenguas no habla a los hombres, sino  a Dios:   porque nadie  le entiende, pués  en el espíritu  dice cosas  misteriosas. Pero el que profetiza habla a los hombres  para su edificación, exhortación  y consolación. El que habla  en lenguas se edifica  a sí mismo, el que profetiza  instruye  a la   Iglesia. Deseo que hableis  todos  en lenguas, pero más  todavía  que profeticeis;   pués  el que   profetiza  es mayor   que el que habla en lenguas, a no ser  que también  interprete, para que la iglesia   reciba instrucción. Ahora bién, hermanos,  si yo  fuese  donde   donde vosotros hablando  en lenguas, ¿ Que os aprovecharía, si no hablase instruyéndoos  o con revelación  o   con la ciencia   o con la profecía o con la doctrina ?. Así pasa con los instrumentos musicales  inanimados, como la flauta  o la cítara. Si no emiten sonidos nítidos ¿ Cómo se distinguiría   lo que toca  la flauta o la  cítara  ?  .Y si  la trompeta  da un toque  confuso  ¿ Quién  se preparará para el combate ? . De  de igual manera  vosotros,  si al hablar en lenguas  no decís  algo que se entienda ¿Cómo  se comprenderá   lo que estais diciendo ? . Seríais   como quién habla al viento. En efecto,  tantas  lenguas  diferentes hay en el mundo  y ninguna carece  de sentido. Pero si  no entiendo  el significado  de sus palabras, será  un extranjero  para  el que habla  y él  será  un extranjero  para mi. Así  también  vosotros, ya que  aspirais  a los dones espirituales, procurad  tener en abundancia  los que  son  para la edificación   de la Iglesia. Por eso,  el que habla lenguas, que pida  el don de interpretación;    pués si rezo  en lenguas, mi espíritu  reza, pero  mi mente queda  sin fruto. ¿ Qué hacer, entonces, ? . Rezaré  con el espíritu, pero  rezaré  con la mente; cantaré salmos    con el espíritu, pero cantaré  también con la mente. Porque tú bendices solo con el espíritu ¿  Cómo responderá ¡ Amen !   a tu acción  de gracias  el que  asiste  como simple oyente, si no sabe  qué dices ? . ciertamente, tú  haces bién  la acción  de gracias, pero el otro  no queda  instruido. Doy gracias a Dios  porque hablo  en  lenguas    más que todos vosotros, pero  en la iglesia  prefiero  decir cinco     palabras con  sentido, para instruir  también  a los demás, que   diez mil palabras  en lenguas..Hermanos,  no seais  niños  en el uso de la razón.  Sed  niños  en la malicia, pero hombres  maduros  en el uso  de la razón. Está escrito  en la Ley:  "  Con lenguas extrañas  y por boca   de extranjeros   hablaré a este pueblo,  y ni aún así   mismo  escucharán  - dice el Señor. "  Pués las lenguas  son signo  no para  los creyentes, sino para  los incrédulos;  la profecía, en cambio,  no es para  los incrédulos  sino para los   creyentes. Si toda la iglesia está reunida  en un lugar  y todos  hablando  en lenguas  y  entrara una persona sencilla  o un infiel ¿ No  diría que  estáis locos ?. En cambio, si  todos profetizan  y entrara  algún  infiel o una persona  sencilla, todos le harán   reflexionar;  los secretos  de su corazón quedarán al descubierto  y cayendo  sobre su rostro adorará a Dios  proclamando: " Verdaderamente  Dios  está en medio  de vosotros " . La   "  glosolalia "   o don  de lenguas  causa admiración   y sorpresa, incluso a los no creyentes,  pero favorece la enseñanza. La  profecía, en cambio,  contribuye   a transmitir  la verdad  y es una  señal   divina   de la  doctrina cristiana  -  inspiracion divina - para poder conocer  las cosas  distantes y futuras.

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