sábado, 21 de enero de 2023

                                                    SPRICH   -WORTEN  -  449 

                                                "· CORPUS  PAULINUM "   Nº.-  13

                     "  SEGUNDA CARTA - PROS KORINTHIOUS  -  A LOS CORINTIOS "

                                   "   RESPUESTA   A  ALGUNAS ACUSACIONES " 

   "  El que se gloría, que se gloríe en el Señor "    este el el manantial  que provoca  las  lágrimas   de Pablo  por  su conducta  y sinceridad   en  el trabajo   de   evangelización   y respuesta  a las  acusaciones y  ataques  de los   Corintios. San pablo no es voluble  en sus  enseñanzas   y doctrinas,     apologias  y decisiones. Otros  que proceden  y    militan según   la carne  - no según la gloria   de Dios  -    ponen  su  fin en los bienes materiales   y orientan sus obras  para  conseguir lo que es de la carne. Y  como   esto se  lo pueden arrebatar, se comportan  con blandura,  flojera  y sumisión  con los demás  con la falacia    de la demagogia.  La  palabra   de Dios  no tiene  rebajas. Las Cartas   de San  Pablo  -  inspiradas por el  Espíritu  Santo  -  son   piezas   claves  y fundamentales   de nuestra  fe cristiana, en la Iglesia,    en la  teologia, en la catequesis,  en la oración,  en la liturgia   de la Eucaristia,   la  lectura   de las cartas  y  del Evangelio  configuran   y   completan  la  " Liturgia  de la Palabra "  en cada  Santa  Misa. Pero ahora  seguimos  con el capítulo  diez   de esta segunda  carta,    donde   Pablo  hace  la apologia   de su persona  en la polémica   con sus adversarios  de Corinto. Se defiende    de las acusaciones   de debilidad  en el ejercicio   de su misión  apostólica   y de vanagloria   por su  trabajo. Compara sus títulos  honor   con  los de sus adversarios. Finalmente   indica   que esta apologia  va orientada  a los Corintios   antes de su próxima   e inminente  visita. Seguimos  "  Ad  litteram  " :   Yo personalmente, Pablo, cunado estoy presente entre  vosotros soy tímido, pero  ausente  soy  audaz  - os exhorto   por la mansedumbre y la benignidad   de Cristo. Ruego  que, cuando  esté presente, no tenga que  mostrarme  audaz, con la  confianza  con que pienso  obrar  resueltamente  contra algunos  que nos tienen  como si procediésemos  según la carne. Porque, aunque  vivimos en la carne, no militamos según la carne;  porque las armas  de nuestro  combate  no son  carnales, sino que Dios las hace poderosas  para   derribar  fortalezas:  deshacemos sofismas   y toda  altanería  que se levanta  contra la ciencia  de Dios  y  sometemos  a la obediencia  de Cristo, como a un prisionero, a todo  entendimiento, dispuestos  a castigar  toda  desobediencia  cuando vuestra  obediencia  sea  completa. Sólo véis según las apariencias.  Si alguno se cree que es de Cristo, que tenga  también en cuenta esto:  tan de Cristo  somos  nosotros  como  él. Pués aúnque  yo me excediera un poco  en gloriarme   de la potestad  que el Señor  nos dió  para vuestro bién  y no  para  vuestra ruina,  no tendría  de qué  avergonzarme. Y que  nadie piense  que pretendo  atemorizaros  con mis  cartas. Porque hay quién dice:  " Sus cartas son duras y fuertes , pero  en persona  es poca cosa  y su palabra  no vale nada  " . Que tenga  en cuenta ése que  lo mismo que decimos  en nuestras  cartas, estando  ausentes, eso  mismo  haremos  cuando  estemos presentes. Porque no  nos atrevemos  a equipararnos  ni a  compararnos  con algunos  que se recomiendan a si mismos;   pués ellos,  midiéndose  según  su opinión   y  tomándose  a si mismos  por medida, proceden  con insensatez.  Nosotros,  en cambio,  no nos gloriaremos   desmedidamente, sino que tomamos  por  medida  los límites  Dios  nos ha  asignado,  que también  os deben  alcanzar  a vosotros. Al incluiros no nos  hemos  excedido,  porque  nosotros fuímos  los primeros en predicaros el Evangelio   de  Cristo. No nos  gloriamos  desmedidamente  atribuyéndonos  los frutos  del trabajo  ajeno,  sino que  tenemos  la esperanza  de que,  creciendo  vuestra fe, con vosotros nuestros límites se ampliarán  cada vez   más, hasta  evangelizar  a los que están mas  allá  de vosotros, sin  gloriarnos  en campo ajeno  con   trabajos  ya realizados  por otros. " El  que se gloría, que se gloríe en el  Señor  ". Pués  no es hombre  probado  quién  se recomienda  a si  mismo, sino aquel  a quién el Señor  recomienda. Logicamente   Satanás  - enemigo   de la fe  -    sentía envidia   de la  santidad   de  la primitiva  comunidad   de  Corinto  lo  mismo  que los adversarios  que  pretendían anunciar  otro  Cristo  y corromper  los pensamientos   de los Corintos,  por eso Pablo  entre  lágrimas, rezando   y con audacia  les advertía    que se mantengan - fortes  in fide  -  defensores   de la fe  recibida   aúnque  vengan otros  "  superapóstoles "   e incluso    ángeles  a contaros algo distinto  del evangelio  que habéis  recibido y abrazado  con orgullo  y que yo  con lágrimas  os  he anunciado. El  Espíritu  Santo,  Espíritu   de la  verdad   de Dios,  el Espíritu   de ayer  y de hoy   no tiene    "  plan  B ".  Pero   sí, tiene   una  alternativa, la mentira  que  abandera  el mundo de hoy. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.