lunes, 27 de febrero de 2023

                                                              SPRICH    - WORTEN  -  519

                                                              " CORPUS PAULINUM  " N.-º  6

                          "EPISTOLE   PROS    ROMAIOUS  - CARTA A LOS ROMANOS  " 

                                                                " EL BAUTISMO  " 

Para  reparar  nuestra  pobre   y  fallida   herencia  Dios  puso  el arreglo  y la contrapartida  con el   invento  o  institución  del  sacramento    del Bautismo,  el poder  omnipotente  de la  fe  y    de la gracia    que  nos  devuelve  el antiguo  poder, toda la fuerza para vencer  al Maligno  y a   la muerte,  grandeza,  filiación    divina,    herencia   eterna,   realeza,  riqueza  y  promesa  hecha a nuestros  padres. Pablo  revuelve  las  entrañas,  la esencia  y la enjundia   mas íntima  - sopla en el rescoldo  casi apagado   de nuestra   mas  profunda  intimidad  cristiana -    de la doctrina  que  configura la vida  cristiana: el pecado y  la justificación  por la gracia. Doctrina, no para saberla  o discutirla,   con  frivolas  polémicas   sino  para vivirlas - miembros  vivos, no muertos  -   motorizados  por la  savia    de la  fe y de la gracia  sobrenatural  y  permanente  que solo  interrumpe  su  vitalidad   y  fuerza    por  el pecado Así  como  el pecado  entró en el mundo  por obra   de quién representaba a toda la humanidad, así  también  la justicia  -  la gracia y la santidad -   nos llega  a todos  por un solo hombre, por el " nuevo Adán, Jesucristo " " el primogénito  de toda criatura "  "  cabeza  del cuerpo que es la iglesia  ". Por el Bautismo, la redención  llega   a cada uno   y nos libra  del dominio   del pecado. En nosotros  se reproduce  entonces  la pasión,  muerte, sepultura  y resurrección   de Cristo  por la inmersión en el agua  y  también  la vida nueva. El Bautismo  es para nosotros lo que la cruz  y la sepultura  fueron para Cristo. Pero     gocemos una  vez  más  de las  lecciones  de  Pablo:  ¿ Y qué diremos ?  ¿ Tendremos que  permanecer  en el pecado  para que  la gracia  se multiplique ? ¡ De ninguna manera ! Los que  hemos muerto  al pecado ¿ Cómo vamos  a vivir  todavía en él ?  ¿ No sabeis  que cuantos  hemos sido bautizados  en Cristo Jesús  hemos sido  bautizados  para unirnos  a su muerte ?   Pues fuimos  sepultados juntamente  con él   mediante  el bautismo   para unirnos a su muerte, para que  así como Cristo  fue resucitado de entre  los  muertos   por la gloria del Padre, así  también  nosotros caminemos  en una vida nueva. Porque  se hemos sido  injertados  en él  con una muerte  como la suya, también  lo seremos  con una  resurrección  como la suya, sabiendo  esto:  que nuestro  hombre viejo  fué crucificado  con él, para que fuera  destruido  el cuerpo  del pecado, a fin de que ya nunca más sirvamos al pecado. Quién  muere  queda  libre  del pecado. Y si hemos muerto  con Cristo,  creemos  que también  viviremos con él, porque  sabemos  que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere más:  la muerte  ya no tiene  dominio  sobre él. Porque  lo que murió, murió  de una vez  para siempre  al pecado;  pero lo que vive, vive para  Dios . De la misma manera, también  vosotros debéis consideraros muertos  al pecado,  pero vivos  para Dios en Cristo Jesús.  Por lo tanto, que no reine el pecado en vuestro cuerpo  mortal  de modo  que  obedezcáis  a sus concupiscencias,  ni ofrezcáis  vuestros  miembros  al pecado   como armas  de injusticia; al contrario,  ofreceos  vosotros mismos  a Dios como  quienes, muertos, han vuelto  a la vida  y convertid  vuestros miembros  en armas  de justicia  para  Dios;    porque el pecado  no tendrá  dominio  sobre  vosotros, ya que  no estáis  bajo  la Ley  sino bajo la gracia. Entonces ¿ Qué ? ¿ Pecaremos, ya  que no estamos bajo la   Ley  sino  bajo  la gracia ?  De ninguna manera. ¿ Es que  que no sabéis  que si os ofrecéis  vosotros  mismos  como esclavos para obedecer a alguién, quedáis como  esclavos  de  aquel a quién obedecéis, bién  del  pecado para la muerte, bién   de la obediencia  para la justicia ?   Pero,  gracias   a Dios, vosotros, que fuísteis  esclavos   del pecado. obedecísteis de corazón  a aquel modelo  de doctrina  al que  fuisteis  confiados y liberados  del pecado, os hicisteis  siervos  de la justicia. Hablo a lo humano en atención  a la flaqueza  de vuestra carne Igual  que  ofrecisteis  vuestros miembros al servicio   de la impureza  y de la iniquidad  para  cometer   iniquidades, ofreced  ahora  vuestros miembros al servicio  de la justicia   para la santidad. Cuando  erais esclavos  del pecado, estabais   libres  respecto  de la justicia. ¿  Qué fruto   obteníais  entonces  de esas cosas   que ahora  os avergüenzan ?  Pues tu final es la muerte. Ahora,  en cambio, liberados   del pecado  y hechos siervos  de Dios, dais  vuestro fruto  para la santidad; y tenéis    como fin la vida eterna. Pues el salario  del pecado   es la muerte; en cambio, el don de Dios es la vida  eterna en Cristo Jesús, Señor  nuestro. Nota  bene:  " Agnosce, christiane, dignitatem  tuam  "  "   Reconoce, cristiano,  vive y  agradece, mientras tienes tiempo,  la  altísima  dignidad  y categoría   de  ser  Hijo   de Dios  y heredero  del  Cielo  -  coherencia  y sensatez  -    y  basta. No  llega el tiempo  ni la eternidad  para agradecer   tal  categoría.  

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