lunes, 6 de febrero de 2023

                                                             SPRICH    - WORTEN   -  478

                                                          "CORPUS PAULINUM   " Nº.-  5

                             2PISTOLE   PROS   FILIPESIOUS  -  A LOS FILIPENSES  " 

                              "   PERSEVERANCIA   "  "   GRATITUD    Y DESPEDIDA   " 

Para  este  último capítulo  de la carta   he   leído   un precioso  comentario   de San  Cipriano  que nos  alegra   por   la   profundidad  de su lectura  en el espectro  de la  carta  de San Pablo  vista    desde la carcel   dice  así: "  ¡  Que  admirable enseñanza  avalada    por las cadenas !   Son admirables y hermosas  estas  frases, ejemplo, comparaciones  y analogías, además teniendo  en cuenta  que cuando  escribe   la carta   se encuentra encarcelado.   Esta   es la diferencia   entre nosotros  y los que no  conocen  a Dios:  ellos  en la adversidad  se quejan  y  murmuran;   a nosotros  las cosas  adversas  no nos apartan   de la virtud  ni de la   verdadera  fe. Por el contrario, estas   se afianzan en el dolor.  Frente al ambiente adverso  que pudieran encontrar    los cristianos   con persecuciones y martirios, ponían  su esperanza  en Jesucristo  que está siempre cerca   con su providencia:  nunca  falla  y nunca  hay motivo  para perder  la paz en el alma  -  Marana tha  -  Ven Señor Jesús -     cerca está  siempre el Señor  como rezaban  y exclamaban  con frecuencia  en las celebraciones  litúrgicas   los primeros cristianos. Seguimos para terminar  con el  cuarto y último  capítulo:   Por  tanto,   hermanos  mios,   muy queridos  y añorados, mi gozo  y mi corona   ¡ permaneced, así,   queridísimos, firmes en el Señor!.    Suplico a Evodia  y  a   Sintique  que tenga un mismo sentir  en el Señor. También  te ruego  a ti  - Sicigo -  fiel compañero, que ayudes a estas, que trabajaron  conmigo  por el Evangelio  con   Clemente  y mis otros  colaboradores, cuyos  nombres están  en el libro   de la vida.  Alegraos  siempre  en el Señor;   os lo repito, alegraos. que  vuestra  comprensión  sea patente  a todos  los hombres. El Señor  está  cerca. No  os preocupéis  por nada;   al contrario: en toda  oración  y súplica, presentad  a Dios  vuestras peticiones  con acción gracias. Y la paz  de Dios  que supera  todo  entendimiento  custodiará  vuestros  corazones  y vuestros   pensamientos  en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, cuanto hay de verdadero, de honrado,  de justo, de íntegro,  de amable  y de encomiable; todo  lo que sea  virtuoso  y digno  de alabanza, tenedlo  en estima.  Lo  que aprendísteis  y reicibísteis, lo que  oísteis  y visteis  en mí, ponedlo  por obra; y el Dios  de la paz estará   con vosotros.  Me alegré  mucho  en el Señor   de que  por fin  hayáis  podido   manifestar  de nuevo  el afecto  que sentíais, no se os había presentado  la ocasión   de expresarlo. No os  lo digo  porque  esté necesitado, pues  he aprendido  a contentarme  con lo que tengo.:   he aprendido  a vivir en la pobreza, ha aprendido  a vivir en la abundancia, estoy acostumbrado    a todo en todo lugar, a la hartura  y a la escasez, a la riqueza   y a la pobreza. Todos  lo puedo en Aquel que  me conforta.  No  obstante, habéis  hecho  bién  el compartir  mi tribulación. Sabéis bién  vosotros, filipenses, que al principio   de la evangelización, cuando  salí de Macedonia, ninguna me abrió  una cuenta   de "  debe " y "  haber "  , excepto  vosotros, pues una  y otra vez  enviasteis  a Tesalonica  con qué  atender  a mis  necesidades. No es que  yo busque  dádivas, sino  que deseo  que aumenten los intereses  en vuestra cuenta. He  recibido  todo y tengo  de sobra, estoy  colmado  con los bienes  recibidos  de parte   vuestra  por medio  de Apafrodito,  una ofrenda  aceptable, de suave  olor, agradable  ante Dios. Mi Dios  colmará  todas vuestras  necesidades, generosamente  según  su riqueza , con la gloria   por Cristo Jesús. A Dios y Padre  nuestro  la gloria  por los siglos   de los siglos. Amén. Saludad  a todos los santos  en Cristo Jesús.. Os saludan  los hermanos  que  están conmigo. También   os saludan todos  los santos, en especial  los de la casa  del Cesar.  La gracia  del  Señor  Jesucristo esté  con vuestro espíritu. Amén. El mismo  Espíritu   que iluminó   a Pablo  para darnos  estas   divinas    y  eternas enseñanzas  nos empuja a nosotros  a alegrarnos  en nuestro trabajo  de lectura, escucha, acción   de gracias,    aceptación   y vida   de la doctrina   de  San Pablo y que nos anima  a  permanecer así. Pulsaremos  otra tecla   con  la carta   siguiente    a los    Colosenses.

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