domingo, 5 de febrero de 2023

                                                                         SPRICH    -WORTEN  - 475

                                                                         "CORPUS PAULINUM  "  Nº.-  2

                                               " EPISTOLE  PROS    FILIPPESIOUS "  A LOS  FILIPENSES " 

                                                                      " ENSEÑANZAS  DEL APOSTOL "

                                     "  HIMNO  A LA  HUMILLACIÓN  Y  EXALTACIÓN    DE CRISTO " 

 San Pablo  le urgía  a  los  fieles    de  Filipos   "  Que  os porteis   de un manera  digna, llevar una vida  digna  de la vocación  a la que habéis sido  llamados  "  es  decir, como   dignos ciudadanos, aludiendo  al derecho   de ciudadanía  romana    de los habitantes de Filipos  que era una orgullo  pero   los vocablos griegos  que usa  " axioprepe  zoé "  =  vida digna,    precisan, apuntan y señalan   que tienen   una " ciudadanía  en el Cielo "  actuar en todo momento   como hijos  de Dios  y   con el espíritu  de Cristo. Nos  enseña  la constitución   " Gaudium et spes "   del   Concilio:  " Vivir aquí en la tierra como miembros   del Reino   de Dios,  sabiendo  que la esperanza  escatológica  no merma  la importancia    de las tareas  temporales, sino que  más bién  proporciona  nuevos motivos  de apoyo  para su  ejercicio ".   Item:  "  Sobre  la dignidad   de   toda   creatura   sacada  de nada  por el poder,  la sabiduría  y la bondad  de Dios, no puede  nada   si está separada de su origen, porque  " la  criatura sin el Creador  se diluye "  menos aún  puede ella alcanzar  su fin último  sin la ayuda   de la gracia. ". El  hombre, por tanto,   no puede  obrar  cosa alguna que conduzca a la vida eterna  si no es   movido por   Dios, sin embargo,   la gracia no suprime   la libertad   pues somos nosotros   mismos   quienes  queremos y  actuamos. Pero  escuchemos a  San pablo en este capítulo  II:    Solo importa  una cosa: que llevéis  una vida  del Evangelio  de Cristo, para que,  tanto si voy  a veros como si  estoy ausente, sepa que estáis firmes  en un solo  Espíritu, luchando  unánimes  por la fe del Evangelio. y  sin dejarnos  intimidad  en nada  por los  adversario:  lo que para ellos es señal   de perdición, para  vosotros, en cambio  es señal   de salvación. Todo esto  viene de Dios. Porque  a vosotros  os  ha sido  concedido  la gracia   por Cristo, no solo  para  que creáis  en  él,  sosteniendo  el mismo  combate  que vistéis  en mí  y del que  ahora  os hablo.  Así pues,  por   el consuelo   de la caridad, por      comunión  en el Espíritu  y por las  entrañas   de misericordia, colmad  mi gozo  con vuestro  mismo sentir, con   vuestra  misma  caridad  y concordia  y con  vuestros  mismos anhelos. No  actuéis  por rivalidad  ni por vanagloria, sino  con humildad, considerando  cada uno  a los demás  cono superiores, buscando  no el  propio  interés, sino  el de los demás.  Tened  entre vosotros los mismos  sentimiento  que tuvo Cristo  Jesús, el cual, siendo  de condición   divina  no consideró  como presa  codiciable   el ser igual  a Dios, sino que  se anonadó  a sí mismo  tomando  la forma   de siervo, se ha hecho semejante a los hombres;  y mostrándose  igual  que los  demás hombres, se humilló  a si  mismo  haciéndose  obediente  hasta la muerte  y muerte  de cruz. Y por eso Dios lo exaltó  y le otorgó  el nombre  que está sobre todo nombre;  para que  al nombre   de Jesús  toda rodilla  se doble  en los cielos yen la tierra  y en los abismos, y toda lengua  confiese:  ¡Jesucristo  es el Señor !  para gloria   de Dios  Padre. Por  tanto, queridísimos   mios, así  siempre  habéis  obedecido, no solo en mi presencia, sino  también  mucho más en mi ausencia, trabajad   por vuestra  salvación  con temor    y temblor;  porque Dios  es  quién  obra  en vosotros  el querer  y el actuar  conforme  a su beneplácito. Hacedlo  todo sin  murmuraciones  ni discusiones, para  que lleguéis  a ser irreprochables  y  sencillos , hijos  de Dios  sin tacha    en medio de una generación  depravada  y perversa, en la cual brilláis como lucero  en el mundo  al poner  en alto  la palabra     de vida,  para gloria mía  en el día  de  Cristo, porque  no habré corrido  en vano ni  en vano  habré   trabajado. Pues, aunque  sea derramada  mi sangre  sobre el   sacrificio y ofrenda   de vuestra fe,  me  alegro  y  me  congratulo   con  todos;  por la misma  causa  alegraos  también  vosotros  y congratulaos  conmigo. Los cristianos   de hoy  tenemos  que llevar  una "  axioprepe   zoé  "  =  vida digna   cristiana  coherente y conforme  a la vocación   a  la  que hemos sido llamados - santidad  -    como lo hicieron los primeros cristianos   para  que vean  la luz   de  Cristo  los que conviven con nosotros.

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