SPRICH -WORTEN - 522
" CORPUS PAULINUM " Nº.- 8
" EPISTOLE PROS ROMAIOUS - CARTA A LOS ROMANOS "
" LA VIDA DEL ESPÌRITU " · LA FILIACIÓN DIVINA "
A veces escuchamos de Pablo en sus lecciones " Hablo a lo humano......" Intenta hacer papilla de la doctrina divina para que lo entendamos como la madre que prepara el biberón o la papilla para su hijos y aún así nos queda dura para poder digerir y para poder asimilar todo el alimento de la Palabra de Dios. Metidos en nuestra carne porque somos humanos y no angelitos, nos habla de la vida del Espíritu que es vivir según Dios que informa la conducta del cristiano: pensamientos, anhelos, sentimientos deseos y obras se ajustan a lo que pide el Señor en cada instante y se realiza al impuso de las mociones del Espíritu Santo. ¡ Claro ! La vida divina en nuestra alma es insólita, indecible e inefable, es decir, sobrepasa todos los modos y formas de decir y de hablar. Porque somos hijos de Dios nos lleva a contemplar con amor y con admiración todas las cosas que han salido de las manos de Dios Padre Creador. Esta real y feliz vida del Espíritu es eterna y nos hace contemplativos en medio del mundo. Pero volvamos a las aulas para escuchar las lecciones de Pablo: Así pues, no hay ya ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús. Porque la ley del Espíritu de la vida que está en Cristo Jesús te ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que era imposible para la Ley, al estar debilitada a causa de la carne, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en una carne semejante a la carne pecadora; y por causa del pecado, condenó al pecado en la carne, para que que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, que no caminamos según la carne sino según el Espíritu. Los que viven según la carne sienten las cosas de la carne, en cambio los que viven según el Espíritu sienten las cosas del Espíritu. Porque la tendencia de la carne es la muerte; mientras que la tendencia del Espíritu, es la vida y la paz..Puesto que la tendencia de la carne es enemiga de Dios, ya que no se somete - y ni siquiera puede - a la Ley de Dios. Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. ahora bién, vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espiritu de Dios habita en vosotros. Si alguién no tiene el Espíritu de Cristo, ése no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, ciertamente el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu tiene vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el mismo que resucitó a Cristo de entre los muertos dará vida también a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que habita en vosotros. Porque los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Porque no recibisteis en espíritu de esclavitud para estar de nuevo bajo el temor, sino que recibísteis su Espíriu de hijos adopción, en el que clamamos: ¡ Abba, Padre ! . Pues el Espíritu mismo da testimonio de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos Dios, también herederos: herederos de Dios, coherederos de Cristo; con tal de que padezcamos con él, para ser con él también glorificados. Porque estoy convencido de que los padecimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria futura que se va a manifestar en nosotros. En efecto, la espera ansiosa de la creación anhela la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación se ve sujeta a la vanidad, no por su voluntad, sino por quién la sometió, con la esperanza de que también la misma creación será liberada de la esclavitud de la corrupción para participar de la libertad gloriosa de los hijos de Dios.. Pues sabemos que la creación entera gime y sufre con dolores de parto hasta el momento presente. Y no sólo ella, sino que nosotros, que poseemos ya los primeros frutos del Espíritu, también gemimos en nuestro interior aguardándo la adopción de hijos, la redención de nuestro cuerpo. Porque hemos sido salvados por la esperanza. Ahora bién, una esperanza que se ve no es esperanza; pues ¿Acaso uno espera lo que ve ? . Por eso, si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos mediante la paciencia. Asimismo también el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables. Pero el que sondea los corazones sabe cual es el deseo del Espíritu, porque intercede según Dios en favor de los santos. Sabemos que todas la cosas cooperan para bién de los que aman a Dios, de los son llamados según su designio. Porque a los que de antemano eligió también predestinó para que lleguen a ser conformes con la imagen de su Hijo, a fin de que él sea primogénito entre muchos hermanos. Y a los predestinó también los llamó y a los que llamó también los justificó y a los que justificó también los glorificó. ¿ Qué diremos a esto ? Si Dios está con nosotros ¿ Quién contra nosotros ?. El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿ Como no os dará con él todas las cosas ?¿ Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios ? ¿ Dios, el que justifica ? ¿ Quién condenará ? ¿ Cristo Jesus, el que murió, más aún, el que fué resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros ? ¿ Quién nos apartará del amor de Cristo ¿ ¿ La tribulación, o la desnudez, o el peligro, o la espada ? . Como dice la Escritura: Por tu causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al matadero . Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades, ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor. Nota bene: La filiación divina es una participación real de la filiación natural de Cristo y Dios quiere que le llamemos Padre, disfrutemos de esta Palabra y que llenemos nuestra alma de este gozo infinito y eterno. Privarse de esta categoría sería el peor reduccionismo del ser humano.
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