DOXOKALIA - 47

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EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Intermede de F. Mendelssoh

CIPRIANO DE CARTAGO

Las primeras y grandes persecuciones fueron ordenadas contra los cristianos por los emperadores Decio y _Valeriano en torno al año 250. Vivieron en esta epoca cruenta dos Obispos celebres: Cipriano Tascio de Cartago y Novaciano, Obispo cismatico de Roma.Nunca se vieron la cara pero mantuvieron una rica y fluida correspondencia epistolar y se enfrentaron en sus respectivos lugares con los mismos problemas universales, teológicos y pastorales, motivados por las persecuciones y sus consecuencias. De Cipriano se conservan muchas cartas entre ellas una a su amigo Donato – Ad Donatum - donde hace una apologia de su conversión al cristianismo.También están el “ Acta Cipriani “ que son las actas o relatos de su martirio.Tenemos una “ Vita Cipriani “ que es un panegírico escrito por un tal Poncio de Cartago. Cipriano habia nacido en Cartago de una familia distinguida y acomodada que le permitió “ far carriera “ “ cursus honorum “ hacer carrera como funcionario romano, influido por un sacerdote cartaginés Ceciliano, se convirtió al cristianismo y fué ordenado sacerdote y mas tarde nombrado Obispo de Cartago.En el año 250 el emperador Decio – hasta entonces pacífico y manso - ordenó que todos los subditos del imperio debían sacrificar - suplicatio – a sus dioses paganos para implorar su favor. No fué directamente contra los cristianos pero la ley evidentemente los cogia de lleno. Se crearon unas comisiones encargadas de garantizar el cumplimiento de la ley por medio de unos “ Libellus o celulas “, la negativa acarreaba la prisión, confiscación de bienes, torturas, exilios e incluso la muerte. Hubo muchas apostasias.Los caidos o “ Lapsi “ unos ofrecían un holocauto o sacrificios “ Sacrificati “, otros ofrecen incienso “ Thurificati “ y otros consiguieron por mediaciones e influencias el “ Libellus “ sin sacrificar ni incienso que son los “ Libellatici “ . Un tercer grupo como el Obispo Cipriano escaparon de la persecución por razones pastorales. Después de la tormenta de la persecución que fue´cruenta y breve surgen los problemas teologicos y pastorales.La mayoría de los caidos o “ lapsi “ pedían ser admitidos de nuevo en la iglesia.Muchos fueron readmitidos por intercesión vicaria y cartas de los confesores de la fe que todavía sufrian en prision. Otros se admitian después de un tiempo de larga y dura penitencia. Habia disparidad de opiniones entre rigoristas y laxistas que provoca un sinodo en Cartago en el año 251 para dar una normativa uniforme de readmisión. Previo arrepentimiento y largas penitencias y ante la amenaza de una nueva persecución fueron readmitidos todos. Sin embargo en Roma un tal Novaciano rigorista consideraba esta norma o praxis demasiado generosa, amplia y laxista.Originó el cisma Novaciano que afectó a muchos lugares del imperio y perduró hasta el siglo VI. Surgió otro problema al margen de las persecuciones: la validez del Bautismo administrado por los herejes y cismaticos. Según el Obispo de Roma, Esteban, la validez del Bautismo solo depende de la administración correcta y de la recta intención del bautizante - doctrina ortodoxa hasta hoy -. Cipriano de Cartago afirmaba que fuera de la Iglesia no actúa el Espiritu de Dios, no hay posibilidad de administrar validamente el Bautismo. Polémica y debate interrumpido por la persecución de Valeriano el año 257 donde padecieron el martirio Cipriano y Esteban.