DOXOKALIA - 107
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Sonata facile de Mozart
SIMEON DE MESOPOTAMIA
Al nacer el monacato en los siglos III y IV todos los Padres
de la Iglesia entran en relación con los monjes: amistad, ayuda y
protección, refugio, espiritualidad, jurisdicción y controversias
doctrinales. Así Atanasio, Capadocios, Epifanio de Salamina,
Diodoro de Tarso, Rufino de Aquileia y Jerónimo. Simeón de
Mesopotamia de sobrenombre Macario nacido en esta región entre
los rios Tigris y Eufrates. Es contemporáneo de Evagrio del
Ponto y también de los Capadocios. Es fundador del monasterio
de Escete y otros muchos. Nos habla en sus obras de un
movimiento monástico de Asia en este tiempo que había caido en
la herejía conocida y extendida como “ los mesalianos o
euquitas “ del griego “ Euje “ que es oración. Predicaban
como tarea exclusiva de los monjes la “ praktiké tes eujes “
solo oración continua y rechazaban todo otra ascética y la
incardinación a la Iglesia. Tenían un manual o enquiridión que
resumía y reglamentaba su vida monacal llamado “ Asketikon “
del verbo griego “ Askeo “ que es luchar, combatir,
pelear. Los escritos de Simeón o Macario están redactados en
griego culto que se cultivaba en las comunidades monásticas
de Asia. Usaba el género literario común de aquella época y
propio de la literatura monástica. Nos ha legado una llamada
“ Carta Grande “ que consta de un tratado, dos cartas, 20
Erotoprokriesis, 50 Homilias y 30 Logioi. Las “
Erotoprokriesis “ o “ Apothegmata “ son una enseñaza en
forma de preguntas y respuestas como nuestros catecismos. Los
discípulos formulan preguntas a los padres del desierto y estos
contestan como maestros espirituales y practicos a su problemas.
Los “ Logioi “ son unas colecciones de dichos, roles o
listas, reglas, catálogos de vicios y virtudes. Evagrio del
Ponto y Simeón o Macario de Mesopotamia tienen doctrinas
y enseñanzas similares, pero Simeón se diferencia un poco por las
infiltraciones, acusaciones y actitudes mesalinas o eutiquias.
Simeón o Macario defiende ortodoxamente que todos los pecados
tienen su origen y raiz en el pecado original, pero en contra
de la doctrina de la Iglesia, no reconoce que el Bautismo purifique
y limpie de esa culpa original, sino que ve en el Bautismo el
comienzo de esa lucha – ascética - espiritual - contra el mal
y lo que hay que conseguir es más y mas la gracia del Espiritu
Santo que es el que renueva en el hombre la verdadera imagen de
Dios.Por lo tanto la virtud superior y de la que dependen todas
las demás es la “ Praktiké tes eujes “ la oración
constante. Esto significa que la Redención no es fruto,
principalmente, del Sacrificio de Cristo y de la participación en
los Sacramentos, sino del éxito de la lucha por la oración y la
gracia del Espíritu Santo, conseguida mediante esa lucha, gracias
a los esfuerzos del hombre. Pronto aparecerá en escena en el siglo
V el hereje britanico Pelagio con doctrinas semejantes o
pelagianismo. Como requisitos para la “ oración constante “
exige la virtud de la “ Hesijia “ o silencio interior y
exterior y la “ diakonía reciproca “ servicio y ayuda
entre los ascetas como maestros espirituales.
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