DOXOKALIA - 112
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Walzer de P. Tchaikowsky
AGUSTIN DE HIPONA -AFRICA ( I )
Agustin de Hipona es el mas grande maestro y diseñador de la
Teologia de la Iglesia en el siglo IV junto a Tomas de Aquino en
el siglo XIII. Es conocido mundialmente por su conversión y por su
obra las “ Confesiones “ que marcan un antes y un después en
su vida. Es grande dentro de la Patrologia por sus aportaciones y
trabajos en las debatidas cuestiones eclesiales y teológicas
en su tiempo.Desde entonces hasta hoy han aparecido cientos de
estudios, trabajos y publicaciones sobre su persona, obras y
pensamiento. Nació en Tagaste - hoy Souk Ahras - en Numidia
de Argelia – Africa en el año 354.En el centro de su vida a
los 32 años fué bautizado por Ambrosio, Obispo de Milán. Era
costumbre en este tiempo de expansión del cristianismo retrasar
el Baustismo. Su padre era pagano y su madre Mónica era una
ferviente cristiana que le inculcó a su hijo el amor a
Jesucristo – unica sabiduría de este mundo y del futuro - a
pesar del rechazo y alejamiento de su hijo que se resistía,
enredado en las pasiones del mundo.A los 17 años fué enviado
Cartago para recibir la superior y mejor formación.Estudió
Retórica y alli despertó su vida y espiritu con hambre y sed
de la verdad - es la esencia de las grandes escuelas y
universidades “ abrir el espiritu a grandes y universales
horizontes “ recorrió diversas escuelas y sectas:
maniqueismo, escepticismo, neoplatonismo… que pronto abandonaba
porque alli no estaba la verdad y no daban respuesta
convincente a sus preguntas. Estando en Roma por razones de
trabajos y estudios fue llamado por Simaco, prefecto de la
ciudad de Roma y encargado de buscar para Milán el mejor “
Magister Rhetoricae “. Al fallecer su padre, su madre Mónica,
sus hermanos, su hijo Adeodato y su amante le siguieron a la
gran ciudad de Milán al norte de Italia. Los años de Milán
fueron decisivos para la conversión de Agustín: oracion y
lagrimas de su madre Mónica, su familia, adolescente que
deseaba formar una familia, predicaciones y sermones de Ambrosio,
Obispo de Milán, amigos, su amante y su hijo, Agustín y la
gracia de Dios. Ya lo sabemos la “ Gracia de Dios “
puede hacer obras de arte. Escuchando los sermones de
Ambrosio que saciaban su sed de la verdad le hizo descubrir
las grandes verdades encerradas en la Sagrada Escritura,
infinitamente superiores a los grandes escritores griegos y
latinos. El golpe definitivo lo recibió mientras meditaba en el
jardin de su casa al escuchar la voz de un niño que le decía:
“ Tolle, lege. Tolle, lege.” “ Toma y lee...” Abrió las
Escrituras y tropezó con el texto de San Pablo a los Romanos
( 13, 13 ) que dice: “ Comportaos con el decoro propio de quién
vive en pleno día, nada de orgías ni borracheras, nada de
lujuria ni desenfreno, nada de contiendas ni envidias. Al contrario
revestios de Jesucristo el Señor y no fomenteis las
desordenadas apetencias de la humana naturaleza...”. Un
Obispo había consolado ya con palabras proféticas a la
fervorosa madre Mónica “ Es imposible que se pierda un hijo de
tales y tantas lagrimas….” . Finalmente se le cayeron la
escamas de los ojos y las cortezas del corazón y quedó
empapado por la luz de la verdad y de la fe.
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