DOXOKALIA - 111
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Sortí de L .Spohr
ITINERARIUM EGERIAE
En el mundo paleocristiano ha cundido la idea y la convicción que
la vida es como una “ peregrinación, camino, via – transitus
vitae, peregrinatio vitae, itinerarium vitae - somo nómadas que
no tenemos aquí morada fija, somos ciudadanos de otra patria
en el Cielo, ahora caminamos y peregrinamos en la tierra y con la
muerte cambiamos otra vez de domicilio. Esta es la novedad y
revelación de Dios: “ Vita mutatur, non tollitur...” La vida
no se puede perder, al morir adquirimos una morada eterna en el
Cielo. Los cristianos siempre han visitado los lugares
emblemáticos, memorables y venerables como tradición y
fundamento de su fe.Sobre todo en el siglo IV por la favorable
situación del cristianismo desde el emperador Constantino, la
progresiva y extensiva propagación del cristianismo y la
consiguiente inculturación, la evolución teológica y la historia
de la religiosidad monacal. Lugares de peregrianción en
torno a la facil comunicación del “ Mare Nostrum “ o
Mediterráneo: Palestina, regiones monásticas de Siria y
Mesopotamia, tumbas de martires en Asia Menor, Constantinopla y
Grecia, desiertos y monacatos de Egipto, las tumbas de los
apostoles Pedro y Pablo en Roma, Jerusalen, lugares sacros en
Africa, España y las Galias. Por la dificultad y precariedad
de comunicaciones en general los peregrinos venían de las
cercanias y entornos del lugar de la peregrinación, pero
otros vienen de lejos del lugar y así redactaron y escribieron
sobre el camino para ayuda y conocimiento de otros con esta
literatura de los “ Itinerarium “ que es camino, viaje,
peregrinación - Pilger, Weg, Way - que todavía hoy
escuchamos a todos nuestros peregrinos hasta Santiago Apostol.
Peregrinaciones que tenían un flujo de Occidente a Oriente y a
la inversa. El “ Itinerarium Egeriae “ es un testimonio
paleocristiano muy valioso y de valor histórico por sus
noticias historicas, arqueologicas, geográficas, litúrgicas,
filológicas, costumbristas y religiosas del siglo IV. Está
escrito en un latin facil y vulgar y se conservan algunos
trozos. La monja Egeria era natural de Galicia – España - o
del sur de las Galias – Aquitania o Narbona - llevó una vida
monástica y realizó un largo y laborioso viaje entre los años
381 y 384 de peregrinación ascética a Constantinopla,
Palestina, Siria, Mesopotamia, Arabia y Egipto. Evidentemente los
haría por tierra y por mar desde su patria chica hasta
Constantinopla, Bitinia, Galacia, Capadocia, Tarso, Antioquia de
Pisidia hasta el monte Carmelo en Jerusalén, allí llegó en la
Pascua del año 381, luego visitó los orígenes de los
monacatos en Egipto, visitó Samaría, Galilea, Judea, el monte
Sinaí...La obra consta de 49 capítulos dividida en dos partes:
relatos cronológicos del viaje y una presentación detallada de
la liturgia de Jerusalén. Relata con detalles el recorrido su
“ Itinerarium “: Sinaí, Farán, Clisma, Arabia, Jerusalén,
Monte nebo, Carneas, Mesopotamia, Antioquia, Edesa, Harán, Seleucia
y Constantinopla...Describe la liturgia de Jerusalén: el rezo
diario de las horas, la Misa del Domingo, fiestas de Epifanía y
Pascua, preparación del Bautismo, fiesta de la consagracion de
la iglesia martirial en el Golgota… Esta monja viajera y
emigrante me recuerda aquel refrán italiano “ Si non é vero
é bene trovato “ Si no es gallega, al menos bién se lo
parece...
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